Miércoles 16 de Julio de 2025

Gremiales | 16 de julio

Toyota frena su producción y crece el temor a más despidos en Zárate

La automotriz Toyota detuvo completamente su producción en la planta de Zárate hasta el próximo 29 de julio, en lo que oficialmente fue comunicado como una "parada técnica" destinada a incorporar nuevas tecnologías y procesos de automatización. Sin embargo, el contexto ha encendido las alarmas entre los trabajadores, que temen que la medida encubra un nuevo capítulo en el proceso de achique de personal.

Desde la llegada de Javier Milei a la Presidencia, ya se habrían perdido más de 700 puestos de trabajo en la terminal, y el clima laboral se volvió cada vez más tenso. La decisión de extender el cese de actividades, que originalmente iba a durar una semana y ahora se prolongará por dos, profundizó ese malestar.

La empresa informó que el objetivo es avanzar en un esquema de robotización y automatización para mejorar su competitividad, lo cual implica que muchos operarios no serán convocados durante este período. Aquellos que no tengan vacaciones pendientes ni estén asignados a tareas específicas o capacitaciones, cobrarán solo el 79% de su salario bruto, lo que también afectará el presentismo mensual.

Según estimaciones de los propios trabajadores, la medida puede representar una pérdida de entre $500.000 y $700.000 en el sueldo del mes. La incertidumbre crece, sobre todo porque el vínculo entre Toyota y el sindicato SMATA parece haberse desintegrado. De los 70 delegados gremiales que tenía el gremio, hoy apenas quedan 7 activos, y muchos trabajadores aseguran que "nunca están disponibles".

Las denuncias internas relatan un patrón sistemático de despidos. Primero fueron por los delegados sindicales, luego colaboradores cercanos, y ahora buscan a quienes mantienen algún tipo de vínculo con ex referentes gremiales. “Te llaman antes del turno para que no vayas, o te citan a Recursos Humanos quince minutos antes de terminar el día. Te hacen llevar tus cosas y te despiden”, relataron fuentes desde la planta.

El miedo a perder el trabajo se instaló como norma entre los operarios de Zárate, mientras el silencio sindical y el avance tecnológico profundizan una sensación de desprotección.

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