En un reciente intercambio de críticas, Andrés Rodríguez, secretario adjunto de la Confederación General del Trabajo (CGT) y titular de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN), respondió contundentemente a las declaraciones de la expresidenta Cristina Fernández. Fernández había señalado que los sindicalistas no supieron adaptarse a los cambios en las relaciones laborales y que el "Estado omnipresente" no había sido reformado durante su mandato.

En conversación con el programa Toma y Daca de radio AM750, Rodríguez cuestionó duramente las afirmaciones de Fernández, alegando que la informalidad en el empleo no es un fenómeno reciente, sino que se ha agravado a lo largo de varios gobiernos. “Durante sus gobiernos tampoco se hizo una política de empleo formal firme. Los subsidios para quienes estaban en la informalidad continuaron, lo que se agravó luego con el gobierno de Macri y mucho más en el último de Alberto Fernández”, expresó Rodríguez, destacando que actualmente hay un 45% de informalidad que se ha ido arrastrando y aumentando con el tiempo.

Cristina Fernández también había afirmado que la representación sindical había dejado de ser mayoritaria. Rodríguez respondió a esta crítica diciendo que la informalidad laboral es un resultado de la falta de políticas gubernamentales efectivas. “Esto no es que el movimiento obrero quiso que haya informalidad; es producto de la falta de políticas de los gobiernos”, insistió, subrayando que la creación de empleo genuino está intrínsecamente ligada a las políticas públicas implementadas.

Además, Rodríguez defendió la posición de la CGT, afirmando que la central obrera siempre está dispuesta a reformular y adaptar la evolución del trabajo, pero que se opone a cualquier intento de perjudicar la organización de los trabajadores o de recortar derechos. En respuesta a las críticas sobre los Convenios Colectivos de Trabajo (CCT), Rodríguez descalificó la afirmación de que estos datan de 1975, señalando que se han ido modificando y adaptando con el tiempo, y que no están "anclados en el pasado".

El debate pone en evidencia las tensiones persistentes entre diferentes sectores del movimiento sindical y las críticas hacia la gestión de políticas laborales en los últimos años, reflejando un escenario complejo en la arena política y laboral del país.