
Afiliados | 02 de agosto
500 trabajadores suspendidos en SANCOR

La recesión en tiempo récord que generó el gobierno de Javier Milei sigue ofreciendo postales inéditas: a la pila de empresas del consumo masivo que caen en desgracia por la crisis, se sumó un nuevo pelotón de firmas aún más complicadas por ser aquellas que venden bienes de consumo "no de primera necesidad". Como ante la pérdida de poder adquisitivo del salario y alza de los precios las familias recortaron un 20 por ciento la cantidad de productos de la canasta básica, esas compañías sufren un parate pocas veces visto. El consumidor está optando, hoy, por no comprar algunos productos de la canasta de alimentos y bebidas, sin siquiera reemplazarlos o buscar otros canales de consumo más económicos. "La gente directamente no compra, el consumo se esfumó", contó a Página I12 un supermercadista grande.
Esta situación se muestra en un hecho reciente, que se instala como un "leading case" del ajuste libertario: Alimentos Refrigerados S.A. (ARSA) decidió suspender a 550 trabajadores de sus plantas de Buenos Aires y Córdoba por el derrumbe del consumo. ARSA, que fabrica yogures y postres para la láctea Sancor (de la marcas Yogs, Shimy y Lechelita), le comunicó la opción a la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (ATILRA), que a la vez anunció un plan de lucha.
En paralelo, la empresa envió una nota a sus clientes y trabajadores especificando que "hay una gran caída del consumo en general, y de los productos que elabora nuestra compañía, en particular". Y agregó que "el contexto es sumamente dificil". Un asterisco que muchos piden mirar: durante el Gobierno de Macri, Sancor le vendió ARSA al grupo Vicentín, en sociedad con grupo BAF, dos de sus plantas y el uso de la marca. En aquellos años, la aceitera recibió cuantiosos favores y créditos, aún a sabiendas de su mala administración y quebrantos. No parece casualidad que, en marzo, ARSA abrió un concurso preventivo y hoy tiene a la crisis sumándole más crisis: como sólo producen postres y yogures y no tienen la leche para compensar el resto de las caídas, quedaron al borde del colapso.
