El conflicto en el Banco Supervielle se intensifica con la reciente decisión de la empresa de llevar a cabo nuevos despidos, generando una escalada en el clima de tensión. El último jueves, la entidad financiera despidió a cuatro empleados, un acto que, según las Comisiones Gremiales Internas, representa una “medida arbitraria” y un grave ataque a los derechos laborales y la estabilidad que deberían prevalecer en cualquier institución financiera responsable.

Las organizaciones sindicales, representadas por la Asociación Bancaria, han calificado estos despidos como una violación flagrante de los derechos de los trabajadores. En un comunicado emitido en las últimas horas, denunciaron una serie de “constantes aprietes y maltratos” dirigidos a los empleados, lo que, según las denuncias, busca forzarlos a abandonar el Banco o a renunciar a sus derechos mediante la aceptación de reducciones de categoría.

El malestar se ve agravado por una serie de problemas estructurales que afectan a los trabajadores de la entidad. La falta de personal ha generado serios problemas de salud mental, mientras que los objetivos inalcanzables y la multiplicidad de tareas han elevado la presión sobre los empleados. La situación se ve aún más complicada por el incumplimiento de la jornada laboral y las prácticas de apriete, que la organización gremial considera como “prácticas ilegales”.

La crítica hacia la política de Recursos Humanos del Banco Supervielle es contundente. La falta de una estrategia eficaz en la gestión de personal y las condiciones laborales deficientes han llevado a una demanda urgente por parte de la organización sindical. Exigen a los directivos adoptar un enfoque que priorice la estabilidad laboral y garantice los derechos de los empleados, con el objetivo de construir una entidad financiera sólida y competitiva.

El comunicado finaliza con una clara advertencia: “Hacemos responsables a todos los funcionarios”, destacando la necesidad de que los líderes de la entidad asuman la responsabilidad de mejorar las condiciones de trabajo y resolver el conflicto de manera justa.

El conflicto en Banco Supervielle no solo pone de relieve las tensiones laborales en el sector financiero, sino que también plantea un desafío significativo para la administración de la entidad, que debe abordar tanto los problemas de gestión interna como las demandas legítimas de sus trabajadores.