
Gremiales | 10 de junio
Cierre repentino de la planta “Una Mila” deja a 12 trabajadores sin empleo ni indemnización en Córdoba

La crisis industrial sigue golpeando con fuerza en el interior del país. Esta vez, la fábrica de alimentos congelados “Una Mila”, ubicada en la localidad cordobesa de Colonia Tirolesa, cerró de manera inesperada y dejó sin empleo a los 12 trabajadores que formaban parte de su planta, sin previo aviso ni pago de indemnizaciones.
La noticia fue comunicada por un escribano que notificó formalmente el cese de actividades, alegando razones económicas. La empresa Vaca S.A., titular de la marca, explicó luego en una audiencia ante el Ministerio de Trabajo de Córdoba que no dispone de fondos para afrontar los compromisos laborales. La medida encendió la alarma en la comunidad, ya que se trata de una planta con más de tres décadas de trayectoria en la producción de milanesas y hamburguesas congeladas para distribución nacional.
Desde el Sindicato de la Industria de la Alimentación (STIA), que acompaña a los trabajadores, denunciaron que la firma ya arrastraba incumplimientos y que venían solicitando sin éxito información precisa sobre la situación financiera. “No hay transparencia, no hay respuestas ni recursos, pero sí hay trabajadores en la calle”, afirmaron desde el gremio.
La empresa fue gestionada desde 2019 por la familia Vasena, que intentó modernizar la producción y ampliar el alcance comercial. Sin embargo, el crecimiento de la deuda operativa y la caída en las ventas habrían hecho insostenible la continuidad del emprendimiento. El impago de salarios fue el detonante que terminó precipitando el cierre.
El caso de “Una Mila” se suma a una larga lista de cierres empresariales en el país. Según informes del sector privado, más de 2.300 compañías han bajado la persiana desde el inicio de la gestión del presidente Javier Milei. El deterioro de la actividad económica ya impacta de lleno en pequeñas y medianas industrias, especialmente las ligadas al consumo interno.
Los trabajadores afectados reclaman ahora una salida que les garantice algún tipo de compensación, mientras el gremio evalúa acciones legales para defender los derechos laborales vulnerados.