El saldo total alcanzó los $3,4 billones en mayo, impulsado por el auge de los préstamos ajustables por UVA. Pese al salto, los especialistas advierten que el financiamiento sigue siendo marginal.

Los créditos hipotecarios, incluyendo los ajustables por inflación a través de Unidades de Valor Adquisitivo (UVA), registraron un crecimiento del 296% interanual en mayo, según un informe de First Capital Group basado en datos del Banco Central. El salto deja un saldo total de $3,4 billones, consolidando a esta línea como la de mayor expansión dentro del sistema financiero.

El aumento también se percibe en términos reales: en comparación con abril, los hipotecarios subieron un 11,3%, descontando el efecto de la inflación. Se trata de un fenómeno que viene tomando fuerza desde el año pasado y que, por primera vez en mucho tiempo, posiciona a los préstamos para vivienda como protagonistas del crecimiento del crédito bancario.

Una tendencia que entusiasma, pero con límites claros

A pesar del ritmo acelerado, los analistas insisten en poner los números en perspectiva. “Por primera vez la línea de hipotecarios lidera el crecimiento anual, consolidando una tendencia que se viene manifestando desde 2023”, señalaron desde First Capital. Sin embargo, el especialista Guillermo Barbero advirtió que todavía falta mucho para que el crédito hipotecario tenga un peso significativo en la economía. “Hay un gran camino por recorrer para considerarlo como un actor principal dentro del sistema de financiamiento”, sostuvo.

En efecto, los créditos hipotecarios siguen representando una porción muy baja del PBI argentino, lejos de los niveles que muestran otros países de la región. La reactivación actual, impulsada en gran parte por bancos privados que relanzaron sus líneas UVA, ocurre en un contexto de estabilización macroeconómica y caída de la inflación mensual, factores que generan algo más de previsibilidad.

El desafío de la inclusión y la escala

Aunque las líneas UVA reactivaron el mercado, aún presentan riesgos ligados a la evolución de la inflación. A eso se suma que la accesibilidad sigue siendo limitada, con altos ingresos requeridos y cuotas que solo una parte reducida de la población puede afrontar.

Aun así, los especialistas ven con buenos ojos el dinamismo del sector, sobre todo si se consolida un marco de estabilidad que permita ampliar la base de acceso. “Se necesita volumen y políticas públicas complementarias para que el crédito hipotecario deje de ser un fenómeno de nicho y se convierta en una herramienta masiva para el acceso a la vivienda”, concluyó Barbero.