Lunes 9 de Junio de 2025

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Cristina Kirchner desde Corrientes: “Junio siempre fue un mes tremendo para el peronismo”

En un acto cargado de simbolismo histórico y tono combativo, Cristina Fernández de Kirchner reapareció públicamente este fin de semana en Paso de los Libres, Corrientes. Con la mirada puesta en las tensiones judiciales y el futuro del peronismo, la exmandataria dio un discurso de alto voltaje político, atravesado por referencias al pasado, desafíos del presente y llamados a la reorganización militante.

"Nos han bombardeado, fusilado, desaparecido, me gatillaron en la cara... Pero lo que nunca van a poder impedir es que vuelva el pueblo", lanzó CFK, rememorando los crímenes de junio de 1956 y el bombardeo de Plaza de Mayo, en un mes históricamente marcado por la violencia contra el movimiento peronista.

Apenas 24 horas antes, la Corte Suprema había rechazado la recusación contra el juez Ricardo Lorenzetti, lo que el entorno de la ex presidenta interpreta como un nuevo avance del lawfare. Cristina no evitó el tema y advirtió con crudeza: “Quieren meterme presa o muerta. Lo sé, absolutamente”. En simultáneo, su abogado Gregorio Dalbón denunció en redes que la situación institucional del país ya no puede ser ignorada por la comunidad internacional.

Cristina Libre: una consigna con eco regional

El acto, convocado por el intendente local Martín “Tincho” Ascúa —también candidato a gobernador—, se transformó en un fuerte gesto de respaldo político a CFK. Bajo la consigna “Cristina Libre”, el evento evocó el movimiento “Lula Livre” en Brasil, que reclamó la liberación de Luiz Inácio Lula da Silva tras su encarcelamiento. El paralelismo no fue casual: Ascúa denunció la judicialización de la política y pidió abiertamente “basta de lawfare”.

Previo al discurso, dirigentes del PJ correntino firmaron una “Carta Compromiso por la Justicia y la Soberanía Popular”, en la que llamaron a resistir ajustes, defender derechos y construir una alternativa nacional con base popular y federal.

Llamado a la unidad y a la organización

Más allá del tono confrontativo, Cristina trazó un mensaje hacia adentro del peronismo. “No lloren sobre la derecha derramada, organícense”, dijo, apelando a la reconstrucción política colectiva sin caer en nostalgias ni individualismos. Reclamó a la dirigencia abandonar “las lógicas personalistas” y priorizar los intereses del pueblo por sobre los proyectos individuales.

También apuntó —aunque sin nombrarlos— contra los gobernadores que desdoblan sus elecciones. “Los argentinos vivieron bien no por mérito de un gobernador, sino por un proyecto nacional. A ver si se avivan, giles”, disparó.

En privado, CFK mantuvo una cena con intendentes bonaerenses de su confianza. Según trascendió, les pidió sostener el diálogo con Axel Kicillof y trabajar por la unidad del espacio, en una señal clara de que la reorganización del peronismo comienza por la provincia de Buenos Aires.

En estado de alerta

Mientras los bombos sonaban en Corrientes, en Buenos Aires el equipo político y legal de Cristina seguía con atención los movimientos judiciales. En el Instituto Patria ya se planifican reuniones con organismos y actores del frente político, ante la posibilidad —que el entorno de la ex presidenta considera real— de un intento de detención en el corto plazo.

La estrategia también incluye gestiones internacionales. El abogado Dalbón advirtió que el posible cierre de la causa contra CFK sin revisión de fondo sería “un acto encubierto de proscripción política”, y comparó la situación con la vivida por Lula en Brasil, aunque con un agravante: en Argentina, el lawfare “se ha institucionalizado como política de Estado”.

 

Cristina confirmó que este lunes encabezará un homenaje a los fusilados del basural de José León Suárez en la sede del PJ nacional, mientras sigue de cerca las definiciones de la mesa de unidad bonaerense y el cierre de listas. Su círculo más cercano lo resume así: “Pase lo que pase, ella está preparada”.

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