La interna de la Unión de Trabajadores del Turismo, Hoteleros y Gastronómicos de la República Argentina (UTHGRA) en la seccional Córdoba comienza a encender motores de cara al proceso electoral que se avecina. Con la seccional actualmente intervenida, la designación del porteño Juan Carlos Rousselot como delegado interventor y su posterior intención de disputar la conducción, desató el rechazo de un amplio sector de la militancia sindical local.

Rousselot, hijo del recordado exintendente de Morón, fue designado por la conducción nacional para conducir la seccional en una etapa de reorganización. Sin embargo, su proyección como candidato oficialista a secretario general generó un fuerte malestar entre los trabajadores cordobeses, que ya comenzaron a estructurar una alternativa electoral propia para disputar el liderazgo.

Identidad local vs. desembarco externo

El núcleo del conflicto gira en torno al origen del interventor. “No queremos votar a un porteño”, repiten desde la oposición, que canaliza el descontento bajo la premisa de que solo una conducción genuinamente local puede interpretar las necesidades del sector en la provincia.

Con esta consigna, un grupo de trabajadores nucleados en la Lista Roja formalizó su intención de disputar la conducción. "Somos todos cordobeses y queremos que la seccional esté dirigida por quienes conocen en carne propia la realidad que enfrentan nuestros compañeros", expresaron sus voceros.

Desde este espacio acusan a Rousselot de “perseguir intereses personales” y de aplicar una gestión distante de los verdaderos problemas que atraviesan los afiliados en Córdoba. El rechazo, según afirman, no es solo simbólico, sino que refleja años de desencuentros entre las bases locales y decisiones tomadas desde Buenos Aires.

Una elección que puede marcar tendencia nacional

La disputa en Córdoba no es menor: se trata de una de las seccionales más relevantes del país, tanto por su volumen de afiliados como por su peso en la estructura nacional de UTHGRA. En este sentido, lo que ocurra en los comicios locales podría anticipar tendencias y reacomodamientos en otras regiones, en un año clave para la renovación de autoridades a nivel nacional y seccional.

Con un escenario ya polarizado entre la candidatura oficialista de Rousselot y la oposición cordobesa, se espera una contienda tensa, marcada por discursos identitarios y reclamos de autonomía regional dentro de la estructura gremial.

El clima preelectoral ya se siente en los hoteles, restaurantes y sindicatos de base, y el resultado de esta puja promete tener impacto más allá de los límites provinciales.