Después de más de dos décadas al frente del gremio de Sanidad, Héctor Daer anunció que no buscará la reelección como secretario general de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (ATSA) Buenos Aires. Su salida, confirmada a pocos días del cierre de listas para los comicios del 7 de agosto, marca el fin de un ciclo de 24 años en uno de los sindicatos más relevantes del país.

“Me voy feliz sabiendo que la Celeste y Blanca sigue fuerte y cuidando a nuestra organización”, publicó Daer en redes sociales, destacando que dejará la conducción pero no la militancia sindical.

Sin embargo, su despedida no estuvo exenta de polémica. El primero en salir al cruce fue su histórico rival, Marcelo Peretta, secretario general del Sindicato de Farmacéuticos y Bioquímicos. A través de redes sociales, Peretta lanzó durísimas críticas al triunviro de la CGT: “¿De qué estás feliz, Héctor Daer? ¿Feliz de haber hundido a los trabajadores de la sanidad? ¿Feliz de impedir la libertad sindical en Argentina?”, cuestionó en un mensaje cargado de acusaciones y reclamos por el encuadre sindical de enfermeros y la concentración del poder gremial.

El enfrentamiento entre Daer y Peretta lleva años, alimentado por disputas sobre la representación de trabajadores del sector salud. En esta oportunidad, el dirigente opositor fue más allá e insinuó connivencia con exfuncionarios y prácticas de manipulación sindical: “¿Feliz de coimear ministros para frenar expedientes? Sos un sinvergüenza. Dios y los trabajadores no se olvidarán de vos”, cerró Peretta.

Mientras tanto, en el plano institucional, Daer ya ungió a su sucesor: la lista oficialista Celeste y Blanca postula a Javier Pokoik —actual secretario gremial— como candidato a secretario general, acompañado por Norberto Maschio como secretario adjunto. Ambos forman parte del círculo de confianza del dirigente saliente.

Aunque se retira de la conducción de ATSA Buenos Aires, Daer continuará activo en el movimiento obrero. Encabezará la lista de congresales por la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA), entidad que conduce desde 2022 y que le permitirá seguir jugando un rol clave en el mapa gremial nacional.

La salida de Daer deja abiertas varias incógnitas sobre el futuro del gremio, pero también revive tensiones históricas dentro del sindicalismo argentino, marcado por disputas internas, liderazgos de larga data y crecientes demandas de renovación.