
Gremiales | 21 de mayo
Aumenta la presión de precios mayoristas por productos importados y se enfría el empleo en la construcción

La inflación mayorista volvió a acelerarse en abril, impulsada principalmente por el encarecimiento de los productos importados, mientras que el sector de la construcción mostró una leve suba de costos, acompañada por señales de retracción en el empleo.
Según datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), el Índice de Precios Internos al por Mayor (IPIM) registró una suba del 2,8% mensual, marcando una aceleración respecto al 1,5% de marzo. El salto se explicó, en gran parte, por un aumento del 6% en los productos importados, afectados directamente por la variación del tipo de cambio.
En detalle, los productos nacionales subieron un 2,6%, mientras que los importados treparon un 6%, lo que evidencia el impacto del componente externo en la cadena de precios local. De forma similar, el Índice de Precios Internos Básicos al por Mayor (IPIB) también se incrementó un 2,8%, con una dinámica muy similar entre sus componentes.
El Índice de Precios Básicos del Productor (IPP), que excluye impuestos y refleja más directamente los precios en origen, avanzó un 2,5%, sostenido por un leve aumento en productos primarios (0,4%), un crecimiento del 3,4% en manufacturados y un alza del 1,6% en la energía eléctrica.
Construcción: costos casi estancados y caída en el empleo
En paralelo, el Índice del Costo de la Construcción (ICC) en el Gran Buenos Aires aumentó apenas un 0,5% mensual en abril. El mayor incremento se dio en el rubro “Materiales” (+2,9%), mientras que “Gastos generales” subieron 1,7%, en parte por el nuevo esquema tarifario eléctrico aplicado desde el 1° de abril por las distribuidoras Edenor y Edesur.
Sin embargo, la “Mano de obra” cayó un 1,9%, con un retroceso del 2,6% en mano de obra asalariada, lo que sugiere una retracción en el empleo registrado en el sector. Esta baja fue compensada parcialmente por un aumento del 1,3% en subcontratos, una modalidad que viene ganando terreno como estrategia de reducción de costos en medio de la incertidumbre económica.
El combo de presión inflacionaria importada y ajuste en el empleo plantea nuevos desafíos para la actividad productiva en un escenario todavía marcado por la volatilidad cambiaria y las políticas de ajuste fiscal.
