En medio de la tensión política y social que atraviesa al país, la diputada nacional y dirigente del gremio judicial SiTraJu, Vanesa Siley, lanzó fuertes críticas a la conducción actual de la CGT, a la que acusó de estar desconectada de los trabajadores reales. En declaraciones radiales, cuestionó la pasividad del Triunvirato cegetista ante el ajuste del gobierno de Javier Milei y llamó a reconstruir una central obrera más activa y representativa.

“La CGT sí estuvo. Lo que no estuvo fue el Triunvirato”, remarcó Siley, diferenciando la cúpula dirigencial de las bases sindicales que participaron en las movilizaciones recientes. “Si me decís que la CGT de esos tres señores no estuvo, puede ser. Pero sí estuvo la CGT como estructura de sindicatos y trabajadores organizados que salieron a la calle”, puntualizó.

Críticas a la cúpula cegetista

Siley hizo hincapié en que la CGT no puede reducirse a su conducción formal, integrada actualmente por tres referentes sindicales, a quienes cuestionó por su desconexión con la realidad del movimiento obrero. “La CGT no son tres señores muy mayores sentados en la estratósfera. La CGT son las regionales, los sindicatos de base, los trabajadores organizados en todo el país”, señaló.

La diputada advirtió que la central obrera atraviesa una crisis de representatividad, y alertó sobre las consecuencias de su debilidad: “La CGT debería debatir por qué representa cada vez a menos laburantes. El día de mañana, ¿quién te va a defender un convenio colectivo si nadie lo tiene?”, se preguntó.

Judiciales en la calle y contra la Corte

La referente del Sindicato de Trabajadores Judiciales (SiTraJu) también destacó la activa participación del gremio en las protestas contra el ajuste y se desmarcó de la actual Corte Suprema. “De los 7 mil trabajadores judiciales de la Ciudad, tenemos 2.500 afiliados y metimos mucha gente en la movilización. Muchos compañeros no quieren ser asociados a esta Corte. Queremos diferenciarnos de lo podrido que está el sistema judicial”, afirmó.

Militancia y movilización como motor de cambio

Fiel a su estilo, Siley cerró con un llamado a la militancia activa y a dejar de lado la tibieza en tiempos de crisis: “Basta de cagones, en todos los aspectos de la vida”, dijo sin eufemismos. Y reafirmó su apuesta por la movilización popular como herramienta de transformación: “La presencia de la gente en las calles o en el cuarto oscuro cambia las cosas”, concluyó.

Sus declaraciones profundizan el debate interno del sindicalismo argentino, que se encuentra en plena disputa por el rumbo político y el rol que debe asumir ante un modelo económico que ya ha dejado miles de despidos y un fuerte deterioro del salario real.