Sábado 21 de Junio de 2025

Gremiales | 21 de junio

Hugo Moyano expone la grieta con su hijo Pablo y se distancia del kirchnerismo

La histórica figura sindical Hugo Moyano volvió al centro de la escena, no por una disputa gremial, sino por abrir públicamente la interna con su hijo Pablo Moyano, en un contexto político marcado por divisiones dentro del movimiento obrero. La chispa que encendió el conflicto fue la reciente visita de Pablo a Cristina Fernández de Kirchner, un gesto que el líder de Camioneros no sólo desaprobó, sino que utilizó como símbolo de distanciamiento familiar y político.

"Alguien de mi familia fue a ver a Cristina. Imagínense cómo nos cayó. Pablo la visitó y ni siquiera me llamó por el Día del Padre", lanzó Moyano padre durante una reunión de la CGT en la sede de FATSA, ante la sorpresa de los dirigentes presentes. La frase no solo evidenció una fractura personal, sino que también marcó una postura firme frente al kirchnerismo, al que Hugo decidió no acompañar en su convocatoria a una movilización en respaldo de la expresidenta.

Mientras tanto, Pablo Moyano respaldó el llamado del bancario Sergio Palazzo a un paro general con movilización hacia los tribunales de Comodoro Py, donde Cristina Kirchner enfrenta causas judiciales. Su padre, sin embargo, se opuso con dureza a esa iniciativa y sumó respaldo de otros sectores gremiales, que buscan evitar una confrontación directa con el Gobierno nacional.

En paralelo, Hugo Moyano dio señales claras de acercamiento al oficialismo de Javier Milei. Esta semana, cerró una paritaria para el sector de Camioneros que se ajusta al tope salarial que impone el Ejecutivo: un 3% escalonado en tres cuotas, junto con una suma fija de $45.000. Desde la Casa Rosada celebraron la negociación como un ejemplo de moderación frente a otras ramas sindicales más combativas, como la UOM, que firmó por encima del techo salarial permitido.

En sus declaraciones, Moyano también cuestionó duramente al Partido Justicialista, al que calificó como “una cáscara vacía”, manejado por el kirchnerismo. Recordó, además, la falta de apoyo que sintió cuando el gobierno de Mauricio Macri impulsó múltiples allanamientos contra su gremio. “Nos dejaron solos”, afirmó, aludiendo en particular al rol de Máximo Kirchner.

 

A sus 81 años, Hugo Moyano no sólo demuestra que conserva influencia en el tablero sindical, sino que redibuja su lugar en una CGT en transición, cada vez más tensionada entre distintas lealtades. Su posicionamiento crítico frente al kirchnerismo, aliado con la Casa Rosada y distanciado incluso de su hijo, promete pesar en la futura reconfiguración de la conducción de la central obrera, prevista para octubre.

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