La Unión de Empleados de la Justicia de la Nación (UEJN), que lidera Julio Piumato, ratificó su plan de lucha tras el paro nacional del pasado viernes 13. Con un mensaje contundente, el gremio judicial rechazó de plano el 2,2% de incremento salarial dispuesto por la Corte Suprema y exigió una recomposición del 10% para enfrentar la creciente pérdida del poder adquisitivo.

“Con este aumento, nos siguen ajustando”, señalaron desde el sindicato, que ya lleva varios meses de protesta continua contra lo que consideran un ajuste sin precedentes sobre el sistema judicial. La respuesta salarial de la Corte, correspondiente a abril, fue calificada por la conducción gremial como “una burla” frente al deterioro acumulado en los sueldos del sector.

Según estimaciones de la UEJN, los judiciales arrastran una pérdida del 29,5% en su salario real desde diciembre de 2023. A esa cifra se suman otros porcentajes por inflación no compensada: 2,9% hasta abril y 1,5% correspondiente a mayo.

La jornada de paro del viernes fue solo una de las acciones del plan de lucha vigente, que también incluye banderazos en sedes judiciales de todo el país y movilizaciones en defensa de la Justicia del Trabajo, en rechazo a su posible traspaso a la órbita de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

Desde la UEJN vienen denunciando que la Justicia nacional enfrenta un ajuste presupuestario cada vez más severo desde la llegada del gobierno de Javier Milei, lo que se traduce —según el gremio— en salarios congelados, recortes operativos y una desvalorización general del trabajo judicial.

“Sin respuestas, seguimos en lucha”, advirtieron desde la conducción nacional, que no descarta nuevas medidas de fuerza en las próximas semanas si no se avanza en una mejora salarial real y sostenible.