Pese a algunos indicios de repunte, el sector industrial argentino continúa inmerso en un escenario recesivo, según el último informe del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina (CEU-UIA). La mayoría de las empresas relevadas en el segundo trimestre del año sigue enfrentando caídas en producción, ventas y empleo.

De acuerdo con el Monitor de Desempeño Industrial (Índice MDI), el indicador se ubicó en 45,8 puntos, lo que marca una continuidad en terreno contractivo. Sin embargo, este número muestra una mejora respecto al trimestre anterior y una recuperación significativa frente al mismo período del año pasado, cuando el país atravesaba un contexto post-devaluación.

Los datos surgen de una encuesta realizada a 600 empresas de distintas ramas industriales. De ellas, una de cada tres registró una disminución en su nivel de producción, mientras que solo un 26% indicó una mejora. En lo que respecta a las ventas, más del 40% de las firmas sufrió bajas, frente a un 25% que logró incrementarlas.

La situación del empleo también refleja dificultades: en abril, creció el número de compañías que redujeron su plantilla, superando a las que incorporaron personal. Las empresas más pequeñas resultaron ser las más golpeadas, mostrando números negativos en casi todas las variables, mientras que las grandes lograron sostener o mejorar sus niveles de actividad. Las medianas se ubicaron en una posición intermedia.

En el plano externo, la caída también fue notoria: tres de cada diez empresas exportadoras redujeron sus ventas al exterior, y más del 11% directamente dejó de exportar, en muchos casos por problemas de competitividad, altos costos internos y el impacto del tipo de cambio.

La principal preocupación de los empresarios es ahora el aumento de los costos de producción, que desplazó a la debilidad de la demanda como el factor más inquietante. Dentro de este rubro, los costos salariales son los más mencionados.

A pesar de este panorama, una porción importante de las empresas manifestó intenciones de invertir, especialmente en innovación y modernización de procesos. Más del 70% consideró que este es un buen momento para realizar mejoras en su estructura productiva.

Las expectativas, no obstante, muestran señales mixtas. Si bien en el plano macro y a nivel empresarial predominan las perspectivas positivas, a nivel sectorial se advierte mayor cautela. En todos los casos, las proyecciones son más moderadas que en relevamientos anteriores.