Según el último informe del INDEC, la actividad de la construcción registró en julio una baja del 1,8% respecto al mes anterior, lo que revierte la mejora observada en junio y enciende señales de alarma en el sector.

A pesar de este retroceso mensual, los números interanuales siguen en terreno positivo: en comparación con julio de 2024, la construcción creció un 1,4%, mientras que el acumulado de los primeros siete meses de 2025 muestra un avance del 9,2%.

El empleo, entre avances y retrocesos

En cuanto al trabajo registrado, la actividad mostró en julio un incremento del 4,8% frente al mismo mes del año pasado. Sin embargo, al observar el período de enero a junio, el saldo es negativo: el empleo en la construcción retrocedió 0,9%, confirmando la pérdida de puestos en la primera mitad del año.

Consumo dispar de insumos

El informe también refleja un desempeño heterogéneo en la demanda de materiales. Productos como mosaicos graníticos, artículos sanitarios, asfalto y hormigón elaborado tuvieron incrementos notables, mientras que cales, ladrillos, yeso y cemento portland evidenciaron descensos.

Empresas con expectativas débiles

El relevamiento cualitativo realizado por el INDEC entre grandes compañías del sector revela un clima de escepticismo.

• Obra privada: el 68% de las firmas cree que la actividad no variará, un 21,4% espera una caída y apenas un 10,6% proyecta un repunte.

• Obra pública: el 62,6% prevé estabilidad, el 22,2% anticipa una baja y solo un 15,2% apuesta a un crecimiento.

En materia de empleo, más del 70% de las empresas considera que la dotación de personal se mantendrá sin cambios en el corto plazo.

Reclamos por alivio fiscal y financiamiento

Ante este escenario, los empresarios coinciden en que se requieren medidas concretas para sostener la actividad. Entre las más urgentes mencionan la reducción de cargas fiscales y del costo laboral, además de una mayor disponibilidad de créditos para la construcción.