En una visita que se produce en medio de una profunda disputa con el gobierno de Javier Milei sobre la nueva legislación laboral, una delegación de la Confederación General del Trabajo (CGT) se reunió con el Papa Francisco en el Vaticano. El encuentro, que tuvo lugar en la Biblioteca del Palacio Apostólico, duró poco más de media hora y abordó cuestiones fundamentales de justicia social y equidad.

La delegación, encabezada por Héctor Daer, uno de los principales promotores de la visita, incluía a figuras destacadas del movimiento sindical argentino. Junto a Daer, participaron Pablo Moyano (Camioneros), Andrés Rodríguez (UPCN), Gerardo Martínez (UOCRA), José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), Rodolfo Daer (Alimentación), Juan Carlos Schmid (Dragado y Balizamiento), Marina Jaureguiberry (docentes privados), Maia Volcovinsky (judiciales), Argentino Geneiro (gastronómicos), Jorge Sola (seguros), Cristian Jerónimo (vidrio) y Alejandro Gramajo (UTEP) como invitado especial.

El Papa Francisco recibió a la CGT con un mensaje enfocado en la importancia de la justicia social como equilibrio en las sociedades modernas. "Nos exhortó a defender la justicia social como instrumento de equilibrio de las sociedades modernas", confió Héctor Daer a La Nación. El Pontífice también expresó su alegría por recibir a una CGT unificada y subrayó la relevancia del rol de las mujeres en la lucha por la justicia social y la igualdad de género.

Durante el encuentro, el Papa evitó profundizar en la situación política específica de Argentina, pero enfatizó la necesidad de un enfoque más solidario frente a una lógica de multiplicación de ganancias que, según él, menoscaba la cohesión social. Los sindicalistas presentaron al Papa la "Agenda para un Nuevo Contrato Social en Argentina", un documento de 13 páginas que detalla la situación social, económica y laboral del país, y proponen un camino para la construcción de una sociedad más justa y equitativa.

Este encuentro subraya un momento crítico para la CGT, que se encuentra en una encrucijada entre la necesidad de reformar la legislación laboral y el compromiso con los principios de justicia social y dignidad laboral promovidos por el Papa Francisco. La visita no solo refleja el papel central de la justicia social en el discurso sindical, sino también la creciente preocupación por cómo las políticas gubernamentales actuales pueden impactar en el equilibrio y bienestar de la sociedad argentina.