El paro de la semana pasada en Aerolíneas Argentinas ha desencadenado un enfrentamiento entre los gremios aeronáuticos y el Gobierno, que ha sido intensificado por la reciente divulgación de recibos de sueldo de los empleados de la compañía. Las organizaciones sindicales han arremetido contra las acusaciones oficiales que minimizan el descontento laboral y han mostrado pruebas contundentes del deterioro salarial que afecta a los trabajadores.

La Asociación Argentina de Aeronavegantes (AAA), liderada por Juan Pablo Brey, ha hecho un llamado urgente a una recomposición salarial tras revelar los recibos de sueldo de dos empleados de Aerolíneas Argentinas. Según la información publicada en la red social X por el gremio, el salario neto de un auxiliar de cabina era de $392.639,48 en febrero de este año, mientras que un tripulante recibió $715.958,57 en agosto. Estas cifras, según la AAA, ilustran un atraso salarial cercano al 80% para la mayoría del personal.

La organización sindical ha desmentido las afirmaciones del Gobierno, que había sugerido que el paro se debía a que los trabajadores no recibieron los asientos en clase business que solicitaban. “Es una mentira más que el Gobierno pretende instalar”, afirmó la AAA. En lugar de luchar por beneficios personales, el gremio sostiene que la verdadera razón del paro es la necesidad urgente de una actualización salarial.

En una declaración incisiva, la AAA explicó que “con tan solo un tercio del aumento que se reclama (25%), se podría resolver la crisis actual”. Además, respondieron a las acusaciones del Ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, quien había minimizado la protesta señalando que los pilotos, en ocasiones, obtienen beneficios adicionales como asientos en business para sus familias.

El conflicto se ha visto agravado por la controversia en torno a las declaraciones del secretario de prensa de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), Juan Pablo Mazzieri, quien desmintió afirmaciones difundidas por el canal de noticias TN, acusando a los medios de tergiversar la información.

El gobierno, por su parte, ha sido criticado por su postura rígida, argumentando que “no se concederá ningún aumento hasta que la empresa no genere ganancias”. Esta actitud ha intensificado el descontento en el sector, resaltando la necesidad de una pronta resolución para evitar futuros conflictos laborales.

Mientras tanto, los gremios continúan presionando por una solución, y la comunidad sigue atenta a cómo se desarrollará esta disputa que no solo afecta a los empleados de Aerolíneas Argentinas, sino que también tiene implicaciones para el sector aéreo en su conjunto.