
Gremiales | 25 de agosto
Consenso histórico por la Hidrovía: acuerdo clave sobre tarifas y dragado

En un hecho inédito para el sector logístico y portuario argentino, las principales entidades usuarias de la Hidrovía Paraná-Paraguay lograron en Zárate un acuerdo que marca un antes y un después en la discusión sobre tarifas y condiciones técnicas para la próxima concesión. El entendimiento se alcanzó en el marco de las mesas técnicas convocadas por la Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPN), donde confluyeron actores que durante años mantuvieron posiciones enfrentadas.
Del encuentro participaron referentes de la Unión Industrial Argentina (UIA), la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (CIARA–CEC), junto con la Cámara de Puertos Privados Comerciales y la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas. “Este consenso no es solo técnico, también es un mensaje político y económico. El país necesita previsibilidad en su principal vía exportadora”, señaló un directivo de la BCR.
La Hidrovía, columna vertebral del comercio exterior
La Hidrovía Paraná-Paraguay es la arteria fluvial más importante del Cono Sur: conecta, a lo largo de 3.442 kilómetros, el corazón productivo del Mercosur con el Atlántico, atravesando cinco países. En Argentina, su peso es determinante: más del 80% de las exportaciones de granos, harinas y aceites vegetales se realizan a través de este corredor.
Solo en los puertos del Gran Rosario —donde operan más de 20 terminales agroindustriales— se concentra el polo exportador de soja más grande del mundo. En 2022 ingresaron a esa zona unos 2.000 buques graneleros, lo que representó más del 70% de la operatoria portuaria nacional.
Dragado: el eje del reclamo
El punto más crítico es la profundidad de la vía navegable. Actualmente cuenta con 34 pies, lo que permite operar buques Handy-size (32.000 toneladas) pero restringe el acceso pleno de embarcaciones Panamax, con capacidad para hasta 90.000 toneladas. Esto obliga a completar carga en puertos de aguas profundas como Bahía Blanca, Necochea, Montevideo o Santos, generando sobrecostos logísticos y pérdida de competitividad.
Estudios privados estiman que llevar la profundidad a 40 pies implicaría un ahorro de US$ 10 por tonelada, lo que se traduce en US$ 150 millones anuales. Además, los productores percibirían mejores precios al evitar escalas en puertos extranjeros.
La pulseada por el esquema tarifario
Otro eje de debate fue el sistema de peajes. Mientras Buenos Aires y Dock Sud impulsaban un cobro proporcional al tramo recorrido —lo que beneficiaría a puertos cercanos al Atlántico—, las terminales del Up-River defendieron el modelo por secciones vigente desde los 90. El acuerdo ratificó esta última modalidad e incorporó un tope de 32.000 toneladas de registro neto para calcular el peaje, un triunfo para el complejo agroexportador rosarino.
Brasil, la competencia que acelera los tiempos
La urgencia argentina por modernizar la Hidrovía responde, en parte, a los avances de Brasil en infraestructura portuaria. El maíz de Mato Grosso, por ejemplo, llega sin restricciones a puertos amazónicos, mientras que Argentina pierde eficiencia cada vez que debe completar carga en Uruguay o Brasil, lo que impacta en costos y precios internacionales.
Un acuerdo con fuerte peso político
El entendimiento se da en un momento clave: la licitación para el dragado y balizamiento se lanzará tras las elecciones legislativas de octubre y será una de las concesiones más relevantes del país, con participación de empresas internacionales.
Las entidades privadas acordaron dos prioridades: avanzar con el dragado a 40 pies y mantener el esquema tarifario por secciones. También reclamaron transparencia, eficiencia y estudios ambientales como condiciones ineludibles en el nuevo contrato.
“Si no invertimos en la Hidrovía, perdemos competitividad y dejamos millones sobre la mesa”, advirtió un dirigente portuario. El consenso de Zárate no solo desactiva viejas tensiones, sino que sienta las bases para una licitación más ordenada y para garantizar que la principal vía de exportación argentina se mantenga a la altura de los desafíos globales.
