La crisis en Apolo Fish S.A., una de las firmas pesqueras radicadas en el Puerto de Mar del Plata, alcanzó un punto crítico tras una audiencia realizada en el Ministerio de Trabajo bonaerense. La empresa ratificó el despido de cerca de 40 trabajadores, desatando un conflicto que combina problemas administrativos, tensión laboral y un posible cierre definitivo de la planta.

El conflicto comenzó cuando las autoridades municipales y la Policía Ecológica clausuraron la planta, ubicada en Pescadores al 1200, por la falta de habilitación para el uso de equipos con amoníaco y otras irregularidades formales. En respuesta a los primeros despidos, trabajadores de distintas áreas, como envasadoras, plaquistas y camaristas, tomaron la planta para exigir la reincorporación de sus compañeros.

Durante la audiencia, los representantes legales de Apolo Fish confirmaron su intención de cesantear a la totalidad del personal, incluyendo empleados con hasta 20 años de antigüedad. No hubo acuerdo sobre el pago de indemnizaciones, lo que aumentó la tensión entre las partes. La negociación quedó postergada para la próxima semana con un cuarto intermedio.

Ante la falta de avances, los trabajadores trasladaron su reclamo al domicilio de uno de los dueños de la empresa, donde instalaron un acampe como medida de protesta. Desde el Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (Soip) advirtieron que podrían intensificar las medidas de fuerza si no reciben respuestas concretas en los próximos días.

Este conflicto no solo pone en riesgo la estabilidad laboral de casi 40 familias, sino que también refleja la difícil situación del sector pesquero en Mar del Plata, golpeado por la recesión económica, la caída del consumo y la ausencia de controles efectivos.

Los empleados exigen una intervención urgente de las autoridades provinciales y municipales y aseguran que mantendrán la lucha hasta que se respeten sus derechos laborales.