Miércoles 13 de Agosto de 2025

Política | 13 de agosto

Confusión y malestar en el Senado por un mail que presionaba a empleados para jubilarse antes

Un correo interno de la Dirección de Recursos Humanos del Senado de la Nación, presidido por Victoria Villarruel, generó revuelo entre el personal legislativo. El mensaje, enviado el jueves, invitaba a los trabajadores a sumarse a un plan de jubilaciones anticipadas y advertía que, en caso de no hacerlo, “no se podía garantizar la permanencia en el puesto actual”.

La comunicación se enmarcaba en un programa de retiro voluntario impulsado por Villarruel para empleados de planta permanente o temporaria a quienes les falten hasta cinco años para alcanzar la edad jubilatoria: 65 años para hombres y 60 para mujeres. Según el decreto presidencial 362/25, los beneficiarios deben contar con los años de aportes necesarios para iniciar el trámite.

El régimen también contempla que el personal temporario con más de dos años de antigüedad en áreas orgánicas estables pueda acceder al beneficio. La propuesta incluye el pago de una remuneración bruta mensual más un 10% adicional, con actualizaciones conforme a los aumentos paritarios mientras dure el programa.

Un mensaje que encendió las alarmas
Lo que encendió la polémica fue el tono del correo:

“Tenga en cuenta que, debido al proceso de reestructuración y redimensionamiento en el cual se encuentra el Senado para responder a la realidad del país, en el caso de no adherir al mismo, no podemos garantizarle la permanencia en su puesto actual”, decía el texto original.

Horas después, y ante el malestar generado, Recursos Humanos envió un segundo mensaje para “aclarar” la situación:

“Debido a una posible mala expresión del correo anteriormente enviado, (…) la referencia de la movilidad en los cargos corresponde a la movilidad normal y habitual del Senado, y no a una situación personal de quienes no opten por el retiro previo a la jubilación. Solicitamos descartar el correo anterior y tomar en consideración el presente texto”.

 

Pese a la rectificación, el episodio dejó en evidencia la tensión que atraviesa el personal legislativo en medio del proceso de reestructuración interna que impulsa la presidencia del Senado.

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