La Confederación General del Trabajo (CGT) culminó una extensa jornada de negociaciones con la ratificación de su nueva conducción tripartita para el período 2025-2029. El dirigente del Sindicato del Seguro, Jorge Sola, asumió como co-secretario general junto a Octavio Argüello (Camioneros) y Cristian Jerónimo (Vidrio), destacando la unidad lograda en la central obrera y llamando a construir un “nuevo contrato social”.

Si bien no descartó posibles conflictos con el Gobierno de Javier Milei, Sola planteó una estrategia basada en la “tensión constructiva” antes que en la confrontación abierta.

“No le vamos a escapar al conflicto porque el conflicto en algún momento requiere una solución, pero rechazamos el enfrentamiento, porque el enfrentamiento busca destruir al que está enfrente”, afirmó el flamante cotitular cegetista.

Un llamado al diálogo y a la unidad

Durante su intervención ante los 1.604 delegados congresales que convalidaron la lista de unidad Celeste y Blanca, Sola insistió en que la CGT debe mantener su fortaleza institucional, pero sin caer en dinámicas destructivas.
Propuso una relación madura con el Gobierno y con todos los sectores políticos, basada en el respeto y en la defensa del trabajo y la producción nacional.

“Queremos una Argentina donde capital y trabajo vuelvan a encontrarse bajo un Estado presente, inteligente y eficaz. Ese fue siempre el camino del desarrollo nacional”, subrayó.

Capital, trabajo y justicia social como norte

El dirigente sindical remarcó que el progreso argentino depende de una asociación estratégica entre empleadores y trabajadores, guiada por los principios históricos del peronismo: capital, trabajo y justicia social.

“Con libertad sola no se puede. Para eso se necesita justicia social. Aquel pibe que nace en una villa, por más libre que sea, no tiene las mismas condiciones del que nace en un country. A ese pibe hay que ayudarlo”, sostuvo.

Sola también desafió los postulados liberales que oponen crecimiento y distribución:

“La economía no está en contra de la justicia social. La economía es justicia social, compañeros y compañeras.”

Convenios colectivos como herramienta de modernización

En medio del debate público sobre la reforma laboral y previsional, Sola reconoció los cambios que trae la tecnología y la robótica, pero defendió los convenios colectivos de trabajo como el mecanismo legítimo para adaptar la legislación laboral.

“Tenemos una herramienta fenomenal que son los convenios colectivos. Allí, empleadores y trabajadores pueden crear sus propias reglas con conocimiento de causa”, explicó.

El gremialista alertó sobre los intentos de ciertos sectores políticos de “debilitar y atomizar” al movimiento obrero impulsando la negociación por empresa en lugar de por actividad, lo que —recordó— históricamente perjudicó la representación sindical.

“La CGT tiene una fuerza enorme y una territorialidad que la convierte en un socio estratégico para construir una Argentina donde cada habitante tenga la felicidad que merece”, afirmó, citando al Papa Francisco en referencia al acceso a alimentación, salud, vivienda y vestimenta.

La nueva conducción tripartita

Con Sola, Jerónimo y Arguello al frente, la CGT inauguró una nueva etapa de conducción que se extenderá hasta 2029.
La lista Celeste y Blanca se impuso con amplia mayoría, aunque no sin tensiones: Roberto Fernández (UTA) decidió retirarse de la cúpula, mientras que Luis Barrionuevo (Gastronómicos) y Omar Maturano (La Fraternidad) desistieron de su reclamo por el unicato y se incorporaron al nuevo Consejo Directivo.

Entre los principales movimientos, Osvaldo Lobato (UOM) asumió la Secretaría Gremial, Héctor Daer (Sanidad) pasó a Interior, y la Secretaría de Prensa quedó en manos de Horacio Arreceygor y Susana Benítez (SATSAID).
Además, Andrés Rodríguez (UPCN) continuará como secretario Adjunto y Gerardo Martínez (UOCRA) retomará Relaciones Internacionales.

Con el nuevo triunvirato a la cabeza, la CGT inicia una gestión que promete combinar diálogo, firmeza y vocación de unidad para enfrentar los desafíos del tiempo político y económico que se avecina.