La gestión de Javier Milei continúa generando un fuerte impacto en el acceso a los medicamentos, especialmente entre los jubilados, quienes ahora enfrentan una drástica reducción en la oferta de fármacos gratuitos. Según un reciente informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), la obra social de los jubilados ha reducido en un 44% la cantidad de moléculas farmacológicas que ofrecía de forma 100% gratuita, lo que representa un tercio menos de los medicamentos que estaban disponibles antes de la administración actual.

Además, la reducción en la oferta no ha venido sola: los precios de los medicamentos en la canasta regulada también han aumentado considerablemente. En octubre, los precios registraron una suba del 5,2%, superando el incremento de la jubilación mínima. En términos interanuales, el aumento acumulado alcanza un alarmante 206,7%, con un notable impacto en los medicamentos más consumidos, especialmente entre la población adulta mayor.

Medicamentos esenciales, pero cada vez más inaccesibles

El informe de CEPA señala que, a mediados de 2024, la obra social para jubilados (PAMI) excluyó 44 moléculas farmacológicas de su vademécum, sumándose a una primera reducción de 11 moléculas en junio. Entre los medicamentos más afectados por los incrementos en octubre, se encuentran el Lanzopral (71,7%), Dermaglos (70,8%) y Acimed (66,7%), fármacos de uso frecuente en personas mayores que ahora enfrentan aumentos de precios desmedidos.

El informe también destaca que, en promedio, los 10 medicamentos con mayores incrementos en el último año han experimentado una suba interanual de un 259%, mucho más alta que la inflación general y las subas en otros sectores de la economía. Para los analistas del CEPA, estos aumentos no pueden justificarse únicamente por el impacto del tipo de cambio, como suele argumentar el sector, dado que los precios continúan aumentando incluso cuando el tipo de cambio se aprecia.

Un mercado concentrado y altamente rentable

La concentración en el mercado farmacéutico argentino también es motivo de preocupación. Según los datos de CEPA, las dos principales empresas de laboratorios concentran el 21% del mercado, mientras que las seis primeras empresas abarcan el 50% de las ventas y las 11 principales controlan el 75% del mercado total. Esta concentración, sumada a los incrementos en los precios, plantea interrogantes sobre la rentabilidad del sector.

De hecho, la industria farmacéutica ha visto un aumento récord en su facturación: en el segundo trimestre de 2024, la facturación total de la industria creció un 326,7% respecto al mismo período de 2023. Este aumento estuvo impulsado tanto por la producción nacional, que creció un 298,7%, como por la reventa de productos importados, que registró una impresionante suba del 398,3%.

Una situación insostenible para los jubilados y sectores vulnerables

La reducción de la cobertura de medicamentos y el aumento desproporcionado de sus precios golpea con particular fuerza a los jubilados y a los sectores más vulnerables de la población, quienes dependen en gran medida de los medicamentos para tratar enfermedades crónicas y mejorar su calidad de vida. Mientras tanto, el sector farmacéutico continúa experimentando un auge en sus ganancias, lo que deja en evidencia una creciente disparidad entre la rentabilidad empresarial y la accesibilidad para los pacientes.

Los trabajadores de la salud y los analistas del CEPA advierten que la situación podría empeorar si el gobierno no interviene para garantizar un acceso más equitativo y justo a los medicamentos esenciales, y si no se establece una regulación más estricta sobre los aumentos en los precios. En este contexto, el reclamo por una política de precios que asegure la accesibilidad de los medicamentos a todos los sectores sociales sigue siendo urgente.