Martes 26 de Noviembre de 2024

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Inflación y Devaluación: Los Alimentos en Argentina, Entre los Más Caros del Mundo, Pero con Ventas en Caída

En un contexto económico complicado, los precios de los alimentos en Argentina siguen alcanzando niveles alarmantes, posicionándose entre los más altos del mundo, a pesar de la devaluación y las políticas implementadas por el gobierno. Según el último informe de la consultora PXQ, dirigida por el ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis, los precios de productos básicos como pan, arroz, frutas y bebidas han superado las expectativas, con aumentos que no solo afectan el bolsillo de los consumidores, sino que también generan una caída en las ventas de hasta un 25% en algunos rubros.

 

El estudio, titulado Informe de Precios Internacionales Comparados, muestra que los precios de los alimentos en Argentina están por encima de los valores de otros países de la región y del mundo, incluso cuando se toman en cuenta los tipos de cambio paralelos. El pan, por ejemplo, es uno de los productos más emblemáticos en este sentido: con un precio que alcanza los 5,2 dólares al tipo de cambio oficial y 4 dólares al CCL (Contado con Liquidación), Argentina lidera el ranking de los países más caros, duplicando el costo en lugares cercanos como Uruguay (3,05 dólares). A nivel global, el precio es también superior al de países como Estados Unidos (2,37 dólares) y Brasil (2,36 dólares).

 

Por otro lado, el arroz, que es otro básico de la dieta argentina, se encuentra a 2,76 dólares al tipo de cambio oficial, convirtiéndose en el más caro de la región, por encima de Uruguay (2,05 dólares) y Brasil (1,53 dólares). La situación de la fruta también es preocupante: aunque la banana, que no se produce localmente, es más cara en Uruguay, su precio en Argentina (2,39 dólares) se sitúa por encima de muchos países vecinos, como Brasil y México, donde se consigue por menos de 2 dólares.

 

A pesar de los altos costos de los productos, las ventas no acompañan esta tendencia. Los consumidores enfrentan una presión cada vez mayor sobre sus ingresos, lo que ha provocado una reducción significativa en la compra de estos productos, lo que afecta a la industria alimentaria en general. Según las estimaciones, las ventas han caído hasta un 25% en algunos casos, lo que refleja un claro enfriamiento del consumo.

 

La situación es aún más compleja si se analizan otros productos de consumo masivo, como las bebidas gaseosas o las hamburguesas. En el caso de la Coca-Cola de 1,5 litros, por ejemplo, el precio en Argentina (2,38 dólares) solo es superado por Uruguay (3,46 dólares). En el caso de las hamburguesas (marca Paty), Argentina también lidera el ranking regional con un costo de 4,52 dólares, frente a los 1,37 dólares en Brasil.

 

¿Por qué, entonces, los precios son tan altos?


El informe de PXQ revela que la harina, uno de los principales insumos de la industria alimentaria local, es en realidad más barata que en otros países de la región (0,99 dólares en Argentina frente a más de 1 dólar en otros países). Sin embargo, el valor final de los productos alimenticios no refleja esta diferencia, lo que se debe en parte a los altos costos de producción, el transporte y los márgenes de las cadenas comerciales locales.

 

A su vez, la política económica aplicada desde la devaluación decidida por el gobierno de Javier Milei en diciembre de 2023, ha colocado a muchos productos en niveles de precios inaccesibles para un gran porcentaje de la población. El ajuste cambiario generó un impacto inmediato en los precios de los alimentos, que se mantuvieron elevados mientras que el poder adquisitivo de los consumidores no pudo seguir el ritmo de la inflación.

 

¿Qué pasa con otros productos de consumo?


El informe también analiza otros rubros, como los textiles, los bienes durables y los vehículos. En términos de ropa, por ejemplo, los pantalones de marca Levis pueden superar los 150 dólares en Argentina, un precio mucho más alto que en otros países de la región, como Brasil o Uruguay. Lo mismo ocurre con productos como zapatillas deportivas y remeras de marcas populares como Adidas y Zara, que también presentan precios elevados en el mercado local.

 

Los celulares y las laptops, dos productos de alta demanda, también están por encima de los valores de otros países. Los modelos más caros en Argentina rondan los 2.700 dólares, mientras que en Brasil se consiguen por un máximo de 1.800 dólares.

 

¿Qué pasa con los combustibles y los productos de higiene?


Por otro lado, el informe de PXQ muestra que el precio de las naftas en Argentina, a 1,10 dólares por litro, sigue siendo relativamente bajo en comparación con países como Uruguay (1,81 dólares) y Chile (1,45 dólares). Sin embargo, otros productos de consumo, como pañales y papel higiénico, tienen precios elevados. En el caso de los pañales Pampers Deluxe (pack de 72), el precio en Argentina alcanza los 53,65 dólares, siendo el más caro de la región, seguido de Uruguay (35,81 dólares).

 

La paradoja de los precios: Alto costo, bajo consumo


Este informe pone de manifiesto una paradoja económica: a pesar de los esfuerzos por contener la inflación y el ajuste cambiario, los precios en Argentina continúan siendo altos, lo que genera una caída en las ventas de productos esenciales y un empobrecimiento generalizado de la población. La inflación sigue siendo una preocupación central, ya que el poder adquisitivo de los consumidores se ve mermado, lo que lleva a una menor demanda de bienes de consumo y, por ende, a una desaceleración en la economía.

 

En conclusión, el informe de PXQ no solo revela que los precios en Argentina están entre los más altos del mundo, sino que también pone en evidencia una situación compleja: el alto costo de la vida, combinado con una caída en el consumo, refleja una economía profundamente afectada por los efectos de la devaluación y la inflación.

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