El Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria del Aceite (SOEIA) lanzó este lunes una fuerte denuncia contra la empresa Dorada S.A., alertando sobre maniobras que podrían llevar al cierre de la histórica planta ubicada en Llavallol, partido de Lomas de Zamora, donde se produce margarina desde 1963. Según el gremio, la firma está tomando medidas que afectan gravemente el funcionamiento de la planta y podrían dejar a más de 150 trabajadores en la calle.

A través de una presentación en el Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires, los representantes sindicales exigieron que se garanticen las fuentes de empleo, debido a que la empresa ha abierto retiros voluntarios, lo que ya ha alterado el ritmo normal de producción. Además, desde SOEIA denunciaron que la empresa ha cesado la compra de insumos esenciales, comenzó un inventario de maquinaria y ha retirado mercadería de la planta, alegando que la producción de margarina se trasladará a la fábrica de Córdoba.

Preocupación por la seguridad laboral y los riesgos para la salud

El sindicato también alertó sobre la grave situación en el ámbito de la seguridad laboral. "Está operando sin responsable del Área de Seguridad e Higiene. Los hacemos responsables (a los dueños) de cualquier accidente que ocurra", advirtieron. Esta denuncia pone en evidencia las condiciones de trabajo en la planta, que, según los trabajadores, se ven comprometidas por la falta de supervisión y medidas preventivas adecuadas, lo que pone en riesgo tanto la producción como la integridad de los empleados.

La planta de Llavallol, que tiene una larga tradición en la producción de margarina, es un pilar fundamental para la economía local. Los trabajadores, a través de asambleas y movilizaciones, han dejado claro su compromiso por defender los puestos de trabajo y asegurar la continuidad de la producción. "Vamos a hacer todo lo necesario para evitar la pérdida de los puestos de trabajo y garantizar la continuidad de la planta", declararon.

Una historia marcada por intentos de cierre y reubicación

La fábrica de Llavallol no es ajena a los intentos de cierre que han marcado su historia en los últimos años. Fundada en 1939 por un inmigrante danés, la planta comenzó su producción con la marca Flora Dánica, que luego dio paso a la famosa Dánica Dorada en 1963. Sin embargo, en la última década, la planta ha enfrentado varias amenazas de cierre. En 2011, la familia Boll vendió la empresa al grupo brasileño BRF, y en 2018, la firma pasó a manos del Grupo Beltrán, un conglomerado cordobés.

En 2023, el grupo intentó cerrar otra planta en Villa Mercedes, San Luis, pero gracias a la presión de los trabajadores y las autoridades locales, se logró la reapertura. Ahora, la amenaza recae nuevamente sobre la planta de Llavallol, lo que genera una gran incertidumbre entre los trabajadores, que temen perder su fuente de sustento.

La crisis de 2020: un recuerdo cercano

El reciente conflicto trae a la memoria la crisis vivida por los trabajadores en 2020, cuando la empresa intentó cerrar la planta durante los momentos más críticos de la pandemia de COVID-19. En ese entonces, Dorada S.A. argumentó dificultades económicas y un supuesto desmedido reclamo salarial por parte del sindicato, lo que llevó a una serie de movilizaciones, acampes y una intervención del gobierno local, provincial y nacional. Tras varios días de parálisis, la planta reabrió gracias a la intervención de la conciliación obligatoria.

No obstante, los trabajadores siguen siendo blanco de maniobras empresariales que, en el pasado, han puesto en riesgo sus puestos de trabajo. "El cierre de la planta afectaría gravemente a la comunidad, que depende de este empleo", señalaron desde SOEIA, reafirmando su compromiso por la defensa de los derechos laborales y la continuidad de la producción en la planta de Llavallol.

El futuro de Dorada S.A: ¿Un nuevo intento de deslocalización?

El conflicto actual se inscribe dentro de una serie de movimientos que apuntan a reubicar la producción en otros puntos del país, como Córdoba, donde la empresa pretende trasladar la elaboración de la margarina. Esto abre un interrogante sobre el futuro de la planta histórica de Llavallol, que, además de ser un importante empleador en la región, tiene una fuerte carga simbólica para los trabajadores y la comunidad local.

Ante esta amenaza de deslocalización, los trabajadores han reiterado su voluntad de continuar luchando por la preservación de la planta y por evitar que un nuevo intento de cierre les arrebate la fuente de empleo. Con un historial de victorias en la defensa de sus derechos, los trabajadores de Dorada S.A. esperan una vez más lograr la intervención de los organismos pertinentes para evitar que esta histórica planta se cierre definitivamente.

El futuro de la planta de Llavallol sigue en vilo, mientras el Sindicato de Obreros y Empleados de la Industria del Aceite se prepara para continuar con su lucha por la estabilidad laboral y la defensa de los derechos de los trabajadores.