La sede del Sindicato de Empleados de la Industria del Vidrio y Afines de la República Argentina (SEIVARA), encabezado por Cristian Jerónimo, fue blanco de un violento ataque en las últimas horas. El hecho ocurrió en el edificio ubicado sobre la avenida Juan de Garay 371, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y ya es investigado por la Justicia.

Según las primeras informaciones, personas aún no identificadas ingresaron al inmueble y provocaron importantes destrozos en las instalaciones. Entre los daños relevados se encuentran la rotura de pisos, el vandalismo sobre cámaras de seguridad y otros elementos clave del edificio sindical.

El episodio fue denunciado ante la Fiscalía correspondiente, que inició actuaciones para esclarecer lo sucedido y determinar responsabilidades. En paralelo, dirigentes sindicales y referentes políticos comenzaron a expresar su repudio y preocupación por lo ocurrido. Uno de ellos fue Jorge Sola, quien se refirió al ataque en distintas intervenciones públicas y medios de comunicación.

Desde el entorno del gremio señalaron que el hecho no puede analizarse de manera aislada y advirtieron sobre un posible mensaje intimidatorio, especialmente por haberse producido a pocos días de la movilización convocada por la CGT para este jueves 18 de diciembre. En ese marco, las autoridades del sindicato se trasladaron de inmediato al lugar para evaluar los daños y recopilar información que pueda aportar a la investigación judicial.

Por el momento, no se registraron personas heridas y se aguarda que en las próximas horas las autoridades judiciales brinden mayores precisiones sobre el avance de la causa.

El ataque al Sindicato del Vidrio se suma a otros episodios recientes de violencia contra organizaciones gremiales. Cabe recordar que a comienzos de octubre fue vandalizada la sede de la Federación de Trabajadores del Complejo Industrial Oleaginoso, Desmotadores de Algodón y Afines (FTCIODyARA). En aquella oportunidad, desde el gremio señalaron que el hecho se inscribía en un contexto de creciente hostigamiento hacia las organizaciones sindicales, en medio de un escenario de fuerte conflictividad social y laboral.

Desde distintos sectores del movimiento obrero reiteraron el pedido de esclarecimiento inmediato y garantías para el normal funcionamiento de las organizaciones sindicales, al tiempo que alertaron sobre la gravedad institucional que implican este tipo de ataques.