La Federación Gráfica Bonaerense (FGB) ha denunciado el cierre definitivo de la planta de la Casa de Moneda en Don Torcuato, bajo la administración de Javier Milei, y condenó la implementación de un operativo de seguridad con fuerzas federales que impide el acceso de los trabajadores al establecimiento. Según el gremio, mientras las fuerzas de seguridad custodian el proceso de vaciamiento de la planta, los 270 empleados se encuentran licenciados, sumidos en la incertidumbre sobre su futuro laboral.

El sindicato acusó al gobierno de haber ejecutado el cierre de manera encubierta, aprovechando el fin de semana largo para evitar la reacción de los trabajadores. En su comunicado, la FGB calificó la operación de “subrepticia” y criticó duramente el uso de fuerzas armadas para asegurar que no hubiese una respuesta de los empleados en defensa de sus puestos de trabajo, comparando la acción con prácticas propias de dictaduras militares.

Desde la Federación también recordaron que hace menos de un mes habían advertido sobre los intentos del gobierno de anular contratos vigentes con el Banco Central para dejar de imprimir papel moneda en la planta. La FGB señaló que Casa de Moneda no había tomado medidas administrativas ni judiciales para defender esos contratos, lo que generó aún más sospechas sobre las intenciones detrás del cierre.

La Federación Gráfica subrayó que el objetivo del gobierno es vaciar la planta de producción y sustituir la fabricación nacional de billetes por la importación desde China, argumentando que imprimir en el extranjero sería más barato. Esta acusación se suma a la creciente preocupación sobre el impacto en los trabajadores y en la soberanía de la producción de moneda nacional.

El cierre de la planta ha desatado un fuerte rechazo en el ámbito sindical, mientras que los trabajadores afectados se enfrentan a un futuro incierto en medio de las tensiones entre el gobierno y los gremios.