En la audiencia paritaria celebrada esta tarde, el Gobierno nacional concretó el último acuerdo salarial del año para los trabajadores de la Administración Pública. A partir de noviembre, los salarios se incrementarán un 2%, mientras que en diciembre se aplicará un aumento del 1%. Además, se pagará un bono único de $30.000 para fin de año.

Este acuerdo sigue la pauta salarial establecida por el ministro de Economía, Luis Caputo, quien ya había otorgado un 2% en septiembre y un 1% en octubre. Con estos nuevos ajustes, el incremento acumulado desde junio hasta diciembre alcanzará el 14%.

Sin embargo, la audiencia dejó al descubierto diferencias significativas entre los sindicatos. La Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) decidió respaldar la propuesta, mientras que la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) la rechazó de plano.

Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE, criticó duramente la oferta, calificándola de “miserable” y como un nuevo capítulo de la “historia de terror” que viven los estatales. Aguiar argumentó que el bono no es suficiente, afirmando que “no alcanza ni para cargar medio tanque de nafta”, y señaló que se necesitarían cuatro bonos para cubrir una sola boleta de luz.

El dirigente subrayó que el aumento salarial tiene “nulo impacto en el bolsillo de los trabajadores” y reiteró sus críticas al Gobierno por lo que considera una erosión de los salarios del Sector Público, lo que podría aumentar la conflictividad en el ámbito estatal.

“¿Quién podría avalar un 1% de aumento o un mísero bono por única vez? Solo alguien que no siente en carne propia las necesidades de los trabajadores podría aceptar una recomposición de esta naturaleza”, concluyó Aguiar, evidenciando la tensión existente entre el Gobierno y los sindicatos en el contexto actual.