El físico e investigador del CONICET Diego Hurtado rechazó con dureza la intención del Gobierno nacional de privatizar Nucleoeléctrica Argentina S.A. (NASA), la empresa estatal que administra las centrales Atucha I, Atucha II y Embalse. Calificó la iniciativa como un “escándalo de entrega de recursos” y advirtió que la medida atenta contra uno de los sectores tecnológicos más estratégicos del país.

“Equipo que gana no se toca”

En declaraciones a Radio Splendid, Hurtado —también ex vicepresidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA)— recordó que NASA es un sector superavitario, con recursos humanos altamente especializados y capacidad para exportar tecnología nuclear de punta.

“Desarrollamos ciencia, somos más independientes, no generamos gastos y aun así quieren privatizarla. Es demencial”, afirmó, y graficó su postura con una metáfora futbolera: “equipo que gana no se toca”.

Un paralelismo con los años 90 y la Ley Bases

Hurtado comparó la actual avanzada privatizadora con los procesos de desmantelamiento de los años 90. Señaló que esta orientación está “codificada” en la Ley Bases, donde originalmente se contemplaba la privatización total de la compañía.

Según el científico, el acuerdo que impulsa el Ejecutivo será recordado en el futuro como “un pacto de entrega”, comparable —dijo— con el histórico Pacto Roca-Runciman. “Lo van a estudiar en 100 o 150 años”, sostuvo.

Críticas al rol del poder financiero

El investigador también apuntó contra los actores que, según él, impulsan la privatización. Mencionó al ministro de Economía Luis Caputo, a quien definió como “representante de los fondos buitres”, y afirmó que esta agenda responde a los intereses del capital financiero internacional, asociado a “negocios rápidos, saqueo y depredación de los recursos naturales”.

Aseguró además que estos grupos ya tienen participación en sectores estratégicos como el litio.

“Lo vamos a recuperar”: confianza en la reconstrucción

Pese a las críticas, Hurtado expresó cierta esperanza basada en la historia reciente. Recordó que el sector nuclear argentino fue desmantelado en los 90, pero logró recomponerse a partir de 2003 gracias a decisiones políticas y a una fuerte inversión pública, lo que permitió recuperar capacidades científicas y volver a exportar tecnología.

Con esa perspectiva, cerró su mensaje con optimismo:
“Lo vamos a recuperar”, afirmó, llamando a frenar un proceso que, a su juicio, conduce a la entrega de un activo estratégico para el desarrollo nacional.