A pesar de los rumores que indicaban un conflicto en la planta de Lácteos Silvia, ubicada en Chivilcoy, las autoridades de la empresa y representantes gremiales han desmentido cualquier tipo de medida de fuerza, como bloqueos o paros. La situación, sin embargo, se centra en desacuerdos salariales y posibles incumplimientos de los acuerdos establecidos con los trabajadores.

En los últimos días, los empleados de la fábrica participaron en charlas informativas fuera de las instalaciones y fuera del horario laboral. Durante estas reuniones, se discutió el incumplimiento de la grilla salarial acordada con el Centro de la Industria Lechera, además de varias irregularidades en relación con el Convenio Colectivo de Trabajo. Sin embargo, los representantes sindicales aseguraron que no hay conflicto activo en la planta y que no se están llevando a cabo medidas de fuerza como se había especulado.

Por otro lado, la empresa, dirigida por Susana Peretto, ha negado las acusaciones de deudas salariales y ha señalado que los gremios del sector están ejerciendo presiones indebidas. La patronal argumenta que estas acciones generan pérdidas millonarias a la compañía, acusando a los representantes sindicales de incurrir en prácticas abusivas, especialmente en un contexto de negociación de la paritaria nacional lechera.

Este episodio ocurre en un momento sensible para el sector, luego de un fallo favorable de la Cámara Nacional de Apelaciones del Trabajo en relación con los despidos de trabajadores de Lácteos Vidal, que habían realizado huelgas en 2022. La sentencia obligó a la reincorporación de los empleados despedidos y al pago de astreintes por los despidos arbitrarios, lo que sigue siendo un tema de discusión en el sector.

A pesar de los rumores de tensiones, tanto la empresa como el sindicato insisten en que la situación actual no ha escalado a un conflicto abierto, aunque persisten las diferencias respecto a los términos salariales y laborales.