Gremiales | 07 de diciembre
Consumo bifurcado: mientras la clase alta piensa en viajar, la clase media hace “malabares” para sostener su estilo de vida
Un nuevo informe de la Consultora W volvió a poner en evidencia la profunda fragmentación del consumo en la Argentina. Según el estudio, las diferencias entre los extremos de la pirámide social no solo persisten, sino que se amplificaron durante 2025, generando comportamientos económicos completamente distintos entre la élite y los sectores medios y bajos.
La élite acelera y mira al exterior
De acuerdo con el relevamiento, la Clase Alta concentra su gasto en bienes de lujo, especialmente en la compra de autos premium y viajes internacionales. Ambos rubros habrían registrado repuntes superiores al 50%, lo que confirma que este segmento mantiene —e incluso expande— su capacidad de consumo en un contexto económico desafiante para la mayoría.
Sectores medios: ajuste permanente y “malabares”
Muy distinto es el escenario para la Clase Media y la Clase Media Alta. Tras el impacto económico de 2024, estos grupos lograron una relativa estabilización, pero siguen en un estado permanente de estrategias de supervivencia económica. Según el estudio, hacen “malabares” para no retroceder en su nivel de vida: racionalizan gastos, postergan consumos y reestructuran prioridades para sostener hábitos que antes daban por sentados.
La “cultura del no” en la base social
El informe también muestra que la Clase Media Baja y la Clase Baja Superior enfrentan con mayor dureza la llamada “cultura del ‘no’”: no hay plata, no alcanza, no se llega a fin de mes. Este comportamiento se evidencia en indicadores concretos: las ventas en supermercados se contrajeron 5,1% interanual entre enero y octubre de 2025, reflejando un consumo masivo debilitado.
Una leve mejora en la base de la pirámide
A pesar del deterioro general, el estudio detecta un movimiento inesperado en los estratos más bajos: el segmento “Clase baja, en pobreza” —hogares con ingresos menores a $1,18 millones mensuales— se redujo del 26% al 24% entre el segundo y tercer trimestre del año. Paralelamente, creció la “Clase baja superior, no pobre”, que pasó del 24% al 28%.
Los ingresos que definen cada estrato
El informe detalla además los umbrales de ingresos que delimitan cada nivel socioeconómico:
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Clase Alta (5%): mínimo de $7 millones mensuales (promedio de $12 millones).
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Clase Media Alta (17%): ingresos superiores a $3,7 millones.
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Clase Media Baja (26%): ingresos desde $2,05 millones.
En conjunto, el estudio refleja un país donde el consumo se mueve a dos velocidades: un segmento reducido que mantiene un ritmo ascendente y una mayoría que ajusta, reconfigura y resiste para sostener su calidad de vida.
