Afiliados | 26 de noviembre
Blanqueo de Capitales: Una inyección de dólares que supera expectativas
El blanqueo de capitales en Argentina ha cerrado su primera etapa con resultados mucho más favorables de lo esperado. La iniciativa, que originalmente debía finalizar el 30 de septiembre, fue extendida hasta el 31 de octubre debido a fallas operativas y paros en los sistemas de la ex-AFIP, ahora conocida como ARCA. En total, los contribuyentes declararon más de 20 mil millones de dólares, lo que representa una fuerte inyección de liquidez al sistema financiero del país.
Resultados sorprendentes: más de 20 mil millones en dólares
Hasta el cierre de la primera fase, 104.390 personas se adhirieron al blanqueo, registrando 19.023 millones de dólares en efectivo en 300.967 cuentas CERA (Cuentas Especiales de Regularización de Activos). Además, se declararon bienes por un valor de 1.935 millones de dólares, incluyendo propiedades en Argentina y el exterior, cuentas bancarias en paraísos fiscales y criptomonedas. La recaudación por el Impuesto Especial de Regularización alcanzó los 263.000 millones de pesos.
El ministro de Economía, Luis Caputo, destacó que, al 31 de octubre, el monto declarado en efectivo había superado los 20 mil millones de dólares, con 2.432 millones adicionales provenientes de otros conceptos. Este volumen de fondos ha sido considerado una importante victoria para la estabilidad económica del país, ya que además de contribuir a las reservas del Banco Central, los depósitos pueden ser canalizados a través de créditos bancarios, lo que favorece el crecimiento de las reservas netas.
Impacto en el sistema financiero y la economía
El blanqueo se ha convertido en una de las principales palancas del llamado "veranito financiero" que atraviesa Argentina. El incremento de los depósitos privados en dólares ha marcado un récord histórico, alcanzando los 34.170 millones de dólares el pasado 4 de noviembre. Esta regularización de fondos, que incluye un esquema de incentivos fiscales, ha permitido incluso que quienes declararon hasta 100.000 dólares lo hagan sin penalización, y aquellos que superaron esa cifra puedan optar por inversiones locales que evitan el pago de la alícuota si los fondos se destinan a instrumentos financieros o inmobiliarios hasta 2026.
Este movimiento ha impulsado la bolsa local, con el índice Merval registrando un crecimiento significativo, y ha contribuido a una baja en el riesgo país y en el valor de los dólares financieros en los últimos meses. Sin embargo, el dólar blue se mostró algo más resistente, con una suba del 1,3% al final de la jornada del viernes.
Segunda etapa y flexibilización cambiaria
Con el inicio de la segunda etapa del blanqueo, que comenzó el 9 de noviembre, la alícuota sobre los excedentes se incrementó al 10%, y permanecerá vigente hasta el 7 de febrero de 2025. Una última fase, que se extenderá hasta el 7 de mayo de 2025, aplicará una alícuota del 15%. Para los contribuyentes que superaron los 100.000 dólares, el gobierno ofrece alternativas de inversión que eximen del pago de la alícuota si se destinan los fondos a activos nacionales.
El éxito de esta etapa de regularización coincide con una flexibilización de los controles cambiarios implementada por el Banco Central. A partir de ahora, las empresas con deudas en dólares podrán acceder al mercado cambiario con un plazo extendido de 60 días, lo que facilita la compra de divisas para refinanciar pasivos y financiar proyectos de largo plazo.
Este ajuste en las restricciones cambiarias forma parte de una estrategia más amplia del gobierno para estabilizar la economía, reducir la volatilidad financiera y fortalecer las reservas. En las últimas semanas, el Banco Central ha acumulado más de 2.100 millones de dólares en reservas, mejorando la estabilidad monetaria del país y enviando señales positivas a los mercados internacionales.
Un panorama económico en transformación
El blanqueo de capitales ha sido una herramienta clave para mejorar la liquidez y la percepción de estabilidad económica en Argentina. Con una economía que sigue lidiando con alta inflación y un tipo de cambio volátil, las medidas como esta son vistas como esenciales para generar confianza tanto en los inversores locales como internacionales.
A medida que el país se adentra en la segunda fase del blanqueo y avanza en la flexibilización de los controles cambiarios, el gobierno apuesta a que estos movimientos ayudarán a reducir las tensiones financieras y a estabilizar los flujos de divisas. Sin embargo, aún queda por ver cómo evolucionarán estos mecanismos en el largo plazo, especialmente en un contexto de incertidumbre económica y política.