El Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (STIA – Filial Buenos Aires) se movilizará mañana hacia la sede de la Cámara de Industriales de Productos Alimenticios (CIPA) y la Federación de Industrias de Productos Alimenticios y Afines (FIPAA), ubicada en avenida Córdoba 1345, en la Ciudad de Buenos Aires.

La protesta fue convocada por la Federación de Trabajadores de la Industria de la Alimentación (FTIA) y contará con la participación tanto del oficialismo, encabezado por Rodolfo Daer, como de la oposición referenciada en Jorge Penayo. El reclamo central es el rechazo a la última oferta paritaria de las cámaras empresarias, que plantearon un aumento del 1%, calificado por los trabajadores como “miserable” frente al deterioro del poder adquisitivo.

Unificación de fuerzas

La decisión de movilizarse fue tomada el 12 de septiembre en un plenario de secretarios del STIA y ratificada posteriormente en un plenario de delegados de Capital y el conurbano bonaerense. La medida busca visibilizar el malestar del gremio y presionar por una recomposición salarial real.

En la previa de las elecciones sindicales del 26 de septiembre, Penayo –delegado de Mondelez Planta Pacheco y candidato a secretario general por la Lista Unidad– endureció su discurso: “Ofrecen un miserable 1% de aumento, mientras los trabajadores estamos cada vez más endeudados. Tenemos que unirnos en todas las fábricas para enfrentar una política económica que golpea a la clase obrera y pone en riesgo derechos fundamentales como la Ley de Contrato de Trabajo”.

Por su parte, Luciano Greco, delegado de Molinos Río de la Plata, sostuvo: “Este es un gobierno despiadado con la clase trabajadora y generoso con los poderosos. El miércoles vamos a estar en la calle, rechazando esta política nefasta que también pretende avanzar con una reforma laboral regresiva”.

Más allá del gremio

Tras la concentración en CIPA, los trabajadores de la alimentación tienen previsto sumarse a una marcha hacia el Congreso, en conjunto con sectores universitarios, profesionales de la salud del Hospital Garrahan, jubilados y otras organizaciones sociales, en un frente de resistencia a las políticas económicas del gobierno.

El escenario sindical se entrelaza así con la disputa electoral interna en el STIA, donde la oposición a Daer busca capitalizar el descontento de las bases para plantear un cambio de rumbo en la conducción del gremio.