El secretario General de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Rodolfo Aguiar, ha dado un nuevo impulso a la protesta social al recibir en la sede nacional del sindicato a los líderes de la Unión de Trabajadores y Trabajadoras de la Economía Popular (UTEP). Este encuentro marca el inicio de una nueva jornada de lucha con un paro y movilización programados para el 7 de agosto, coincidiendo con la histórica Marcha del Día de San Cayetano bajo la consigna «Pan, Paz, Tierra, Techo y Trabajo».

La elección de esta fecha no es arbitraria. Los gremios ven en la movilización del 7 de agosto una oportunidad para expresar su rechazo a las políticas del presidente Javier Milei, que consideran han intensificado las dificultades para los sectores más vulnerables. “Los ataques del Gobierno no cesan. Siguen vulnerando nuestros derechos y para defenderlos, los estatales debemos darle continuidad a nuestro plan de lucha,” afirmaron desde la UTEP.

La comitiva de la UTEP, encabezada por el secretario General Alejandro Gramajo, junto a la secretaria Adjunta Norma Morales, la secretaria Gremial Johanna Duarte, y los dirigentes Ricardo Godoy y Luciano Álvarez, destacó la urgencia de la protesta. Gramajo pintó un cuadro sombrío de la situación socioeconómica del país: “Estamos viviendo en una Argentina con el 55% de pobreza, casi el 20% de indigencia, un desempleo creciente que roza el 10%, y jubilados que no pueden comprar medicamentos,” denunció.

La jornada del 7 de agosto, día de San Cayetano, patrono del trabajo, se prevé como una movilización masiva que reunirá a diversos sectores sociales, sindicales, culturales, de derechos humanos y religiosos. Los sindicatos y movimientos sociales planean concentrarse en Plaza de Mayo para exponer sus principales reclamos frente a la Casa de Gobierno. La convocatoria busca replicar la contundencia de la marcha de 2016, en un contexto de grave crisis económica durante la gestión de Mauricio Macri.

Este paro y movilización no solo buscan cuestionar las políticas actuales del gobierno, sino también reafirmar el compromiso de los sectores populares en la lucha por condiciones de vida dignas y justas. La respuesta de la administración de Milei a estas manifestaciones será crucial para determinar el curso futuro de las tensiones sociales en el país.