Domingo 7 de Diciembre de 2025

Gremiales | 07 de diciembre

Crece la desigualdad salarial: el Gobierno “pisa” paritarias y los aumentos se concentran en los sueldos más altos

Un informe oficial confirma que la política del Gobierno de limitar las paritarias está profundizando la brecha dentro del empleo formal argentino. Mientras las empresas destinan aumentos selectivos a los trabajadores de mayores ingresos, los salarios de convenio pierden contra la inflación y continúa la destrucción del empleo registrado.

Aumentos para pocos, pérdida para la mayoría

De acuerdo con los datos de la Secretaría de Trabajo de la Nación, entre noviembre de 2023 y agosto de 2025 el salario promedio efectivamente pagado (según el SIPA) creció un 5% en términos reales. Sin embargo, los sueldos acordados en paritarias permanecen rezagados, evidenciando una desconexión cada vez mayor entre lo negociado y lo percibido.

“El salario real promedio sube sólo porque los trabajadores de mayores ingresos están recibiendo incrementos muy superiores al resto”, explicó el economista Federico Pastrana, de CP Consultora, en diálogo con La Voz del Interior. “Eso distorsiona el promedio y oculta la pérdida real que atraviesa la mayoría de los asalariados”, agregó.

Según el informe, las empresas otorgan incrementos por fuera de convenio a personal estratégico o de jerarquía, mientras el Ejecutivo mantiene un techo informal del 1% mensual para las negociaciones colectivas. El Gobierno sostiene que esa política funciona como ancla antiinflacionaria, pero los analistas advierten que está segmentando el mercado laboral y debilitando la negociación sindical.

Cambios estructurales y salarios “a la carta”

“Estamos frente a un cambio estructural”, señaló Pastrana. “El Gobierno promueve acuerdos individuales entre empleadores y empleados, lo que implica menos negociación colectiva y más desigualdad”.

Los sectores más beneficiados por esta política son los vinculados a las industrias extractivas, energéticas, financieras y de procesamiento de materias primas, donde las empresas utilizan bonos, premios y adicionales selectivos para retener a su personal calificado.

En contraste, las ramas industriales tradicionales, de servicios y del sector público registran aumentos muy por debajo de la inflación, con paritarias que se mantienen virtualmente congeladas.

Destrucción del empleo formal

En paralelo, el mercado laboral continúa en retroceso. Según cálculos del economista Nadin Argañaraz, entre noviembre de 2023 y julio de 2025 se perdieron 125.000 empleos asalariados privados, 57.800 públicos y 20.500 del servicio doméstico registrado.

El leve incremento en la cantidad de monotributistas, de apenas un 6%, no compensa la pérdida general de empleo formal.

De los ‘90 al presente: la historia se repite

Para Luis Campos, investigador del Instituto de Estudios y Formación de la CTA Autónoma, el escenario actual recuerda al de los años noventa, cuando la negociación colectiva fue suspendida:

“Las mejoras dependían exclusivamente de las decisiones empresariales, y eso amplió la dispersión salarial. Hoy se corre el mismo riesgo”.

La desigualdad, que ya venía en aumento desde 2017, se aceleró durante 2025: el salario real promedio se ubica 10% por debajo del nivel de aquel año, mientras que los salarios de convenio cayeron 20%. En cambio, el 30% mejor pago obtuvo incrementos muy por encima de la inflación, consolidando una estructura de ingresos cada vez más desigual.

Una reforma laboral en el horizonte

Con el anuncio de una reforma laboral como prioridad del Ejecutivo tras las elecciones del 26 de octubre, los economistas anticipan que esta tendencia podría profundizarse.

“Reducir la negociación colectiva no sólo implica flexibilizar derechos, sino también ensanchar las brechas dentro del propio trabajo formal”, concluyó Pastrana.

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