Tras semanas de tensión y protestas en clínicas y sanatorios, la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA), que encabeza Héctor Daer, alcanzó un acuerdo salarial para el personal del sector asistencial. El entendimiento, que regirá entre mayo y julio de este año, contempla subas mensuales del 1,5% y sumas fijas no remunerativas, en un esquema que busca compensar la fuerte erosión del poder adquisitivo.

El acuerdo comprende a trabajadores y trabajadoras de sanatorios, geriátricos, servicios de emergencias, medicina domiciliaria y traslado de pacientes. Según lo convenido, los aumentos del 1,5% se aplicarán de forma consecutiva durante los meses de mayo, junio y julio.

A este ajuste porcentual se le suman asignaciones no remunerativas escalonadas: $25.000 en mayo, $40.000 en junio y $60.000 desde julio en adelante, hasta que se firme un nuevo tramo paritario.

Conflicto y negociación

El sector empleador había sido duramente cuestionado por el gremio durante las últimas semanas, luego de resistirse a otorgar aumentos que acompañen el ritmo inflacionario. FATSA había intensificado las protestas en centros de salud de la Ciudad de Buenos Aires, denunciando condiciones laborales críticas y una postura empresarial "mezquina e insensible".

Tras la firma del acta, el sindicato celebró el avance y destacó el rol de la unidad gremial para forzar un cambio de rumbo. “Con la organización sindical vencimos el cepo y la intransigencia”, señaló el comunicado oficial del gremio.

Próxima parada: agosto

Como parte del entendimiento, las partes acordaron una cláusula de revisión salarial para agosto. Allí se evaluarán los efectos de la inflación acumulada y la posibilidad de ajustar nuevamente los salarios para el último tramo del año.

El acuerdo representa una salida temporal a una negociación paritaria que había escalado en conflictividad, en un contexto económico marcado por la caída del salario real y la falta de respuestas del sector privado ante los reclamos sindicales.