En una nueva señal de alerta por el avance de despidos y recortes en el sector financiero, la Asociación Bancaria encabezó este jueves una masiva movilización hacia la casa central del Banco Santander, en la ciudad de Buenos Aires. La protesta se dirigió directamente contra la estrategia de “achique” que la entidad de capitales españoles viene desplegando en el país.

La convocatoria, que contó con la presencia de todos los secretarios generales del gremio a nivel nacional, fue encabezada por Sergio Palazzo y Carlos Cisneros, referentes sindicales y también diputados nacionales. “Con los puestos de trabajo NO”, fue la consigna elegida por La Bancaria para marcar su rechazo a lo que consideran un proceso sistemático de reducción de personal, precarización y violación de derechos laborales.

Según denunció el gremio, el Santander —uno de los bancos privados con mayores ganancias en el país— ha impulsado una serie de despidos, presiones internas, tercerizaciones y recortes que violan el convenio colectivo vigente (18/75), además de fomentar un clima de hostigamiento hacia los trabajadores y trabajadoras.

“Ganancias millonarias, pero sin ética laboral”

Desde La Bancaria señalaron que la entidad “encabeza la cámara de bancos extranjeros con resultados económicos extraordinarios, pero al mismo tiempo aplica una política de maltrato y ajuste sobre su personal”. El gremio acusó al banco de promover despidos encubiertos, prácticas desleales y persecuciones gremiales, al tiempo que desconoce compromisos asumidos con los trabajadores.

El conflicto se enmarca en una reestructuración que, según argumenta el propio Santander, responde a una tendencia global: el cierre progresivo de sucursales físicas frente al avance de la banca digital. La entidad afirma que cada vez más clientes optan por realizar operaciones a través de plataformas online, como transferencias o pagos, lo que justificaría una reducción de estructuras físicas y recursos humanos.

Para el gremio, sin embargo, ese argumento no alcanza. “No se puede permitir que una empresa con presencia internacional y alta rentabilidad actúe con tal nivel de irresponsabilidad social y falta de ética laboral. Los derechos adquiridos no son negociables, y no vamos a aceptar más atropellos”, afirmaron desde el sindicato.

Una tensión que crece

La movilización frente a la sede ubicada en Paseo Colón y Brasil no es la primera señal de conflicto entre el gremio bancario y el Santander, pero sí una de las más contundentes. Desde La Bancaria advirtieron que, de no obtener respuestas, podrían avanzar con nuevas medidas de acción directa.

El reclamo se inscribe también en un contexto de creciente tensión entre los gremios y el sector privado, en medio de reformas impulsadas por el gobierno nacional que, según los sindicatos, están habilitando prácticas regresivas en materia de derechos laborales.