La Federación de Sindicatos Municipales Bonaerenses (FESIMUBO) lanzó una dura advertencia sobre la situación salarial que atraviesan miles de trabajadores en la provincia de Buenos Aires. Según un reciente informe, el salario mínimo vital y móvil quedó por debajo incluso del umbral de indigencia, lo que encendió las alarmas dentro del movimiento sindical.

“El ingreso básico no alcanza ni para cubrir una alimentación adecuada”, sostuvo el secretario de Negociación Colectiva de FESIMUBO, Gustavo Seva, al presentar el relevamiento. De acuerdo a los datos analizados, el salario mínimo actual representa apenas el 27,7% de la Canasta Básica Total, cuyo valor ronda el $1.110.623, y apenas el 61,6% del ingreso necesario para no caer en la indigencia, estimado en $500.280.

El informe se nutre de cifras oficiales del INDEC y fue elaborado en medio de un contexto donde, si bien la inflación mensual de mayo marcó un descenso al 1,5%, la interanual sigue en niveles preocupantes: 43,5% en los últimos 12 meses y 13,3% acumulado en lo que va del año. Frente a este panorama, desde FESIMUBO remarcaron que los salarios continúan corriendo muy por detrás del aumento de los precios.

Reclamo por paritarias libres y denuncia política

La Federación que lidera Rubén “Cholo” García volvió a exigir la apertura de paritarias libres, sin techo ni restricciones, y denunció un “cepo al salario” impuesto por las autoridades nacionales. En paralelo, advirtieron sobre un clima de creciente judicialización de la política que, aseguran, pone en riesgo los derechos laborales y democráticos.

En ese sentido, FESIMUBO hizo eco de las declaraciones de la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner tras el reciente fallo de la Corte Suprema en la causa Vialidad. “Al cepo del salario, ahora el partido judicial le agrega el cepo al voto popular”, expresó la actual titular del Partido Justicialista, frase que fue retomada por la dirigencia sindical para ilustrar el malestar generalizado que atraviesa al país.

Para FESIMUBO, el mensaje es claro: los trabajadores municipales están en una situación crítica y la respuesta del Estado no puede seguir demorándose. “No pedimos privilegios, pedimos que nuestros salarios al menos nos permitan vivir con dignidad”, concluyeron.