A contramano del relato oficial sobre una economía en recuperación, el empleo registrado continúa en retroceso. Según datos publicados por la Secretaría de Trabajo de la Nación, marzo marcó el tercer mes consecutivo de caída en el empleo formal, con una baja de más de 12.000 puestos.

El dato se desprende de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) correspondiente a abril, que advierte que el empleo asalariado privado registrado cayó un 0,1% en marzo respecto a febrero. En números concretos, la cantidad de trabajadores en blanco pasó de 12.857.207 a 12.844.478, es decir, 12.729 menos.

Golpe al empleo formal

La pérdida se sintió con fuerza en el segmento de asalariados registrados, que representaron 9.000 de los puestos perdidos. El resto corresponde a monotributistas sociales y autónomos, afectados por recientes reformas normativas.

En particular, los monotributistas sociales sufrieron un desplome del 61%, debido a cambios en el régimen que dificultaron su permanencia. Por su parte, los autónomos experimentaron una caída del 4,7%, lo que se traduce en 19.300 aportantes menos.

Aunque el empleo público se mantuvo sin cambios, la contracción del empleo privado formal se sintió en la mayoría de los sectores productivos. Ocho rubros mostraron caídas, dos se mantuvieron estables y solo cuatro sectores lograron crear nuevos puestos.

Los sectores más afectados

Los sectores con mayor retracción en marzo fueron:

• Pesca: -2,4%

• Explotación de minas y canteras: -1,2%

• Construcción: -0,8%

• Agricultura y ganadería: -0,7%

• Industrias manufactureras: -0,4%

Mientras tanto, los únicos rubros que mostraron algún nivel de recuperación fueron:

• Hoteles y restaurantes: +0,6%

• Servicios comunitarios, sociales y personales: +0,2%

• Intermediación financiera: +0,2%

• Comercio y reparaciones: +0,1%

Señales cruzadas

El informe contrasta con el discurso oficial, que en las últimas semanas resaltó una baja sostenida de la inflación y señales de crecimiento en sectores como el agro, la energía y el turismo. Sin embargo, los datos laborales muestran que esa recuperación aún no se traduce en creación de empleo formal.

Desde sectores sindicales y académicos advierten que el deterioro del mercado laboral —especialmente en su segmento más formalizado— refleja un modelo económico que expulsa trabajadores o los empuja a la informalidad, aun cuando ciertos indicadores macroeconómicos muestran signos de mejora.