Política | 07 de diciembre
Impacto sectorial de un “mal acuerdo”: alertan que laboratorios y economía digital serán los más perjudicados
Especialistas en comercio exterior y economía digital advierten que el acuerdo comercial alcanzado entre Argentina y Estados Unidos implicará fuertes costos para sectores estratégicos de la industria nacional. El entendimiento, que aún debe pasar por la aprobación legislativa, supone una apertura profunda del mercado argentino hacia productos estadounidenses sin una reciprocidad equivalente.
Un acuerdo que tensiona al Mercosur
Según el economista Mariano Kestelboim, ex representante permanente de Argentina ante el Mercosur, la decisión del Gobierno rompe con el Pacto de Asunción y vulnera la regla que prohíbe negociar de manera unilateral con terceros países.
“Si se ratifica este esquema bilateral, Argentina debería directamente abandonar el bloque”, afirmó. El país, además, deberá incluir dentro de las 100 excepciones permitidas del arancel externo común una larga lista de bienes norteamericanos —medicamentos, químicos, maquinaria, insumos médicos, tecnología, vehículos y productos agrícolas— para evitar un conflicto dentro del Mercosur.
Kestelboim ejemplificó que Ecuador, Guatemala y El Salvador, con acuerdos similares firmados recientemente con Washington, terminaron alineando su política comercial y productiva a las prioridades estadounidenses por encima de compromisos previos.
Concesiones desbalanceadas
Mientras Argentina abre su mercado a múltiples sectores, Estados Unidos sólo se comprometió a “considerar” una baja en los aranceles que aplica al aluminio y el acero argentinos —hoy del 50%— y a eliminar tributos sobre “recursos naturales no disponibles” en su territorio, como litio, cobre, tierras raras, uranio, cobalto, manganeso y níquel.
Estos recursos se exportarán en estado puro, sin promover encadenamientos industriales ni valor agregado local. También quedarán sin aranceles ciertos principios activos y productos farmacéuticos no patentados.
Alarma en la industria farmacéutica por las patentes
Uno de los puntos más sensibles es el compromiso de Argentina de adecuar su régimen de propiedad intelectual a estándares internacionales.
La industria local alertó que esto implicará la revalidación automática de patentes otorgadas en Estados Unidos, lo que impediría durante varios años la producción local de “innovaciones incrementales”, una práctica clave para el desarrollo de medicamentos accesibles y competitivos.
Estados Unidos volvió a cuestionar la resolución conjunta 118/2012 —firmada por los ministerios de Industria y Salud— que restringe la patentabilidad de inventos químicos y farmacéuticos que no demuestren resolver un problema técnico de larga data.
Fuentes del sector señalaron los riesgos del “evergreening”, una práctica que permite patentar modificaciones menores y extender artificialmente monopolios.
Carne, cítricos y biodiesel: concesiones sin contrapartidas
Pese a las expectativas generadas por el propio presidente Javier Milei, el acuerdo no incluyó ampliación de la cuota de carne argentina hacia Estados Unidos. Tampoco hubo avances sobre barreras sanitarias que afectan a los cítricos ni sobre el cierre del mercado estadounidense al biodiesel desde 2018.
Aun así, Argentina habilitará el ingreso de carne aviar en un año, eliminará restricciones sobre términos queseros y simplificará trámites para la importación de carnes bovinas, menudencias, porcinos y lácteos.
El especialista Javier Preciado Patiño relativizó que estas importaciones ocurran “a escala significativa”, dado que los precios argentinos siguen siendo altamente competitivos.
También advirtió que la cláusula sobre “estabilizar el comercio mundial de soja” implica que el país no aplicará nuevos programas de “dólar soja”, una medida que había generado tensiones con productores estadounidenses.
Economía digital: transferencia de datos, firmas electrónicas y cero impuestos
La especialista en economía digital Sofía Scasserra advirtió que el acuerdo representa un retroceso para la protección de datos y los estándares tecnológicos locales.
Argentina reconocerá a Estados Unidos como “jurisdicción adecuada” para la transferencia de datos personales, lo que permitirá a las empresas norteamericanas operar con normas más laxas que las vigentes en el país.
En materia de firma electrónica, el convenio establece que se validará bajo legislación estadounidense, donde la evaluación de ciberseguridad queda en manos de las propias compañías. “Cuando no hay exigencias regulatorias claras, las empresas tienden a subinvertir en seguridad y los ciberataques aumentan”, sostuvo Scasserra.
Además, Argentina se compromete a no aplicar aranceles a transmisiones electrónicas ni impuestos a servicios digitales como nube, plataformas de streaming, comercio electrónico, consultoría en línea, servicios fintech y análisis de datos.
Según especialistas, esta cláusula va a contramano de los debates actuales en Europa y de las tendencias regulatorias globales.
Un escenario complejo y con impacto multisectorial
Con un intercambio comercial desequilibrado, exigencias en propiedad intelectual, apertura de datos personales y concesiones agrícolas sin equivalente, los expertos coinciden en que el acuerdo —de avanzar en el Congreso— podría afectar de manera directa a la industria farmacéutica, el entramado digital y la capacidad del país para desarrollar cadenas de valor competitivas.
