En las últimas horas comenzó una circular en redes sociales una fotografía atribuida a la residencia presidencial de Olivos , en la que se vería al mandatario junto a un joven integrante de su equipo de trabajo.

Si bien no existe confirmación oficial sobre la autenticidad de la imagen ni sobre el contexto en que habría sido tomada , el tema despertó una ola de comentarios en plataformas digitales y entre analistas políticos, tanto por el aspecto personal del vínculo como por los datos vinculados a los altos sueldos de algunos asesores presidenciales .

Debate por los salarios estatales

Según versiones difundidas por medios y usuarios, el joven en cuestión —que se desempeñaría como asesor en el entorno presidencial— percibiría un salario elevado, estimado en alrededor de 7 millones de pesos mensuales . No obstante, la información no fue confirmada oficialmente por ninguna fuente gubernamental ni figura en registros públicos actualizados .

El trascendido reavivó el debate sobre la estructura de cargos de confianza y el gasto público en la administración nacional, especialmente en un contexto de ajuste presupuestario y recortes en diferentes áreas del Estado .

“No se trata de la vida privada de nadie, sino del uso de recursos públicos y de la transparencia en la gestión”, señaló un especialista en ética estatal consultado.

Silencio oficial y pedido de aclaraciones

Hasta el momento, no hubo pronunciamientos desde la Casa Rosada ni se emitió ningún comunicado sobre el tema.
Fuentes cercanas al Gobierno evitaron hablar al asunto, mientras que en redes sociales se multiplicaron los pedidos de información sobre la nómina de asesores y sus retribuciones.

La polémica se da en un contexto donde el propio Ejecutivo promueve políticas de austeridad bajo el lema “no hay plata”, lo que generó mayor repercusión pública en torno a los sueldos del personal más cercano al presidente.

Una discusión

El episodio se suma a una serie de debates sobre los niveles salariales en cargos políticos , los criterios de designación de asesores y el uso de fondos públicos para funciones de apoyo personal o comunicacional.

Más allá del contenido de la foto o de los rumores sobre vínculos personales, la situación reinstala la necesidad de fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas en el Estado nacional.