La Federación de Obreros y Empleados de la Industria del Papel, Cartón y Químicos (FOEIPCyQ) expresó su "profunda preocupación" ante los despidos considerados "injustificados" por parte de la empresa FIPLASTO, ubicada en el partido de Ramallo, provincia de Buenos Aires. La planta, que emplea a más de 100 trabajadores, atraviesa una situación crítica, lo que ha generado un fuerte rechazo por parte del sindicato local y de la federación que lo respalda.

Desde la conducción de la FOEIPCyQ, encabezada por José Ramón Luque, apuntaron que los despidos no son un hecho aislado, sino que responden a una política económica impulsada por el gobierno nacional. “(Javier) Milei cumple: más trabajadores en la calle”, fue el mensaje crítico de la organización, que vinculó los despidos con las medidas económicas del nuevo gobierno.

El conflicto comenzó el 24 de octubre, cuando la empresa realizó una serie de despidos, lo que motivó que el Sindicato Papelero de Ramallo, junto con la FOEIPCyQ, convocara a una medida de fuerza en defensa de los trabajadores afectados y para exigir la reincorporación de los despedidos. Al día siguiente, el 25 de octubre, se realizó un paro de 24 horas, con el acompañamiento de los dirigentes sindicales. Durante la jornada, las partes involucradas fueron citadas por la Secretaría de Trabajo de la Nación para discutir la situación de la planta, que podría enfrentar un posible cierre definitivo.

En ese contexto, se desarrolló una manifestación frente a la sede de la Secretaría de Trabajo, donde los trabajadores y sus representantes reclamaron: "¡Basta de despidos!" y exigieron que FIPLASTO no cerrara sus puertas.

En una carta publicada en el diario Crónica, José Ramón Luque alertó sobre el futuro incierto de la planta, señalando que "parece encaminada hacia un cierre definitivo". El dirigente también expresó su preocupación por las maniobras de la patronal, a las que calificó de “desleales”. Según Luque, algunos trabajadores fueron obligados a firmar documentos en los que solo se mencionaba el pago de indemnizaciones, sin ningún compromiso por escrito. Además, el sindicalista detalló que la empresa ofreció un pago adicional de dos millones de pesos de manera verbal, sin formalizar la propuesta por escrito.

Luque destacó que el futuro de la empresa no parece estar vinculado a la industria papelera ni celulósica, y sugirió que los planes de la firma podrían estar orientados hacia otro tipo de negocios, ajenos al sector en el que históricamente operó FIPLASTO.

A lo largo de su intervención, el dirigente sindical enfatizó que el gobierno nacional debe reconsiderar su enfoque frente a la crisis económica, recordando que "ningún país puede salir adelante dejando trabajadores en la calle". En su opinión, solo una economía con una producción activa y un mercado interno robusto podrá superar la crisis. Por ello, aseguró que la prioridad del gremio es la defensa de los puestos de trabajo y la continuidad de la actividad en la fábrica.

Finalmente, Luque afirmó que los trabajadores no están dispuestos a aceptar el cierre de la planta y prometió que tomarán todas las medidas necesarias para evitar que FIPLASTO cierre sus puertas. "Convocamos a todos los compañeros y sus familias a unirse en la lucha para defender sus fuentes laborales", concluyó el líder sindical.

El conflicto continúa generando incertidumbre entre los empleados de la planta y en la comunidad local, que teme las consecuencias de una posible desvinculación masiva de los trabajadores y el impacto económico que tendría el cierre de la empresa.