El conflicto entre el Gobierno nacional y los gremios estatales sumó un nuevo capítulo este sábado, luego de que el titular de ATE Nacional, Rodolfo Aguiar, respondiera con dureza al vocero presidencial Manuel Adorni por la decisión del Ejecutivo de apelar el fallo judicial que restituyó el asueto por el Día del Empleado Estatal.

“¿Así que apelaron el fallo? Vocero, te cuento que están fritos. Ya celebramos nuestro día, finalmente fue asueto. Me parece que deberían aceptar que perdieron”, escribió Aguiar en sus redes sociales. Pero el comentario que encendió la polémica llegó después: “Dicen por ahí que lo peor no es perder, sino la cara de boludo que te queda… Fin”, remató el dirigente sindical, con tono provocador.

La reacción llegó tras el anuncio oficial de Adorni, quien informó que el Gobierno impugnará la resolución de la jueza Ana María Fullana. El fallo había declarado nula la eliminación del asueto del 27 de junio, argumentando que formaba parte del régimen de condiciones laborales del sector público.

Adorni cuestionó con firmeza la medida judicial y afirmó que la magistrada “actuó fuera de competencia”, violando el debido proceso y aplicando de forma errónea la legislación vigente. “No podemos permitir que se distorsione la ley para imponer intereses particulares”, sostuvo el funcionario, quien además defendió el derecho del Ejecutivo a modificar normas que impactan en la gestión de los recursos públicos.

Desde el Gobierno insisten en que la decisión de eliminar el feriado responde a la política de reducción del gasto y reorganización del Estado que impulsa la administración de Javier Milei. “Se busca mejorar la eficiencia y adecuar la actividad de la administración pública a estándares internacionales”, señalaron.

Sin embargo, la resolución judicial dio lugar a los amparos presentados por organizaciones sindicales, que denunciaron un atropello a derechos laborales adquiridos. La jueza consideró que la eliminación del asueto vulneraba el marco de condiciones de trabajo del personal estatal y ordenó su restitución.

En medio del enfrentamiento institucional, el cruce de declaraciones no hizo más que evidenciar la creciente tensión entre el oficialismo y los gremios, que ven en esta medida un nuevo avance del Gobierno sobre derechos laborales históricos.