El abogado empresarial y asesor del Gobierno en materia laboral, Julián de Diego, confirmó que el borrador de la reforma que impulsa la administración de Javier Milei avanza hacia un esquema de mayor flexibilidad en las contrataciones y modificaciones estructurales en la organización del trabajo. Según detalló, el proyecto contempla la implementación del banco de horas, cambios en el régimen de vacaciones y la redefinición de las jornadas promedio.

De Diego, que trabaja junto al secretario de Trabajo Julio Cordero y equipos técnicos de los ministerios de Capital Humano, Economía y Desregulación, aseguró que el objetivo central de la iniciativa es incorporar al sector formal a un universo laboral que —según afirmó— mantiene al 50% de los trabajadores fuera de registro.

“El ingreso a la formalidad debe tener costo cero”

En declaraciones a Splendid AM 990, el asesor planteó que el primer paso para reducir la informalidad es simplificar los procesos de contratación. “La incorporación de un trabajador al sistema tiene que ser flexible, fácil y sencilla. El costo de ingreso a la economía registrada debe ser cero”, señaló.

El esquema en estudio plantea eliminar multas y sanciones para los empleadores que regularicen personal, una propuesta que los equipos técnicos consideran clave para incentivar la formalización.

Cambios en vacaciones, jornadas y banco de horas

Entre las modificaciones más relevantes se incluye la habilitación del banco de horas, una herramienta que —según adelantó— quedaría bajo la órbita de cada convenio colectivo, permitiendo que sectores y actividades definan sus propios criterios de compensación.

También se prevén ajustes en la extensión y el fraccionamiento de las vacaciones, y en los parámetros utilizados para establecer la jornada laboral promedio.

Indemnizaciones y convenios: continuidad con cambios

Respecto del régimen de indemnizaciones, De Diego explicó que se mantendría la base de “un sueldo por año trabajado”, aunque con exclusiones de conceptos no remunerativos y prestaciones que no se pagan mensualmente.

Además, cuestionó la vigencia de convenios colectivos firmados hace casi cinco décadas. “La ultraactividad ha sido manejada de forma irracional. La mayoría de los convenios datan de 1975, hechos en otra época y con otra realidad productiva”, sostuvo.

Un proyecto que empieza a tomar forma

La comisión que trabaja en la reforma continúa delineando un texto que será presentado en los próximos meses, con la expectativa del Gobierno de impulsar su tratamiento legislativo en 2026. Para los sindicatos, los cambios anticipados en vacaciones, jornadas y contratación anticipan un debate que promete ser uno de los más intensos del próximo año.