Gremiales | 07 de diciembre
En medio del conflicto entre Tapia y el Gobierno, un sindicato de árbitros denuncia a la AFA por designaciones irregulares y presunta manipulación de resultados
La crisis institucional del fútbol argentino sumó un nuevo capítulo con la intervención del Sindicato de Árbitros Deportivos de la República Argentina (Sadra), conducido por Guillermo Marconi, que aprovechó la tensión entre el presidente de la AFA, Claudio “Chiqui” Tapia, y el Gobierno nacional para volver a cuestionar el sistema arbitral y denunciar que las designaciones están atravesadas por irregularidades y presiones.
En un extenso y duro comunicado, el Sadra afirmó que desde hace al menos siete años viene alertando sobre un mecanismo de designaciones opaco, que habría derivado en la “manipulación de resultados” y en el deterioro “gravísimo” de la credibilidad del arbitraje en todo el país.
“Denunciamos públicamente y ante la Justicia diversas irregularidades en las designaciones arbitrales, así como actuaciones que evidenciaban manipulación en resultados. Incluso cuando involucraban a afiliados propios, todas las presentaciones fueron realizadas ante los organismos correspondientes, sin obtener respuestas”, expresó el sindicato.
Un gremio enfrentado a la conducción arbitral oficial
El Sadra mantiene desde hace años una disputa directa con la Asociación Argentina de Árbitros (AAA), el gremio mayoritario que conduce Federico Beligoy, quien desde 2018 además ocupa el cargo de Director de Arbitraje de la AFA. Esta doble función ha sido señalada por sectores disidentes como un factor de concentración de poder que perjudica la transparencia del sistema.
Según Sadra, un grupo de jueces y dirigentes resistió presuntas presiones internas y pagó consecuencias profesionales:
“Muchos vieron perjudicadas sus carreras tanto en proyección como en designaciones, aun cuando fallos judiciales respaldaban su actividad”, sostuvieron.
Señalamientos en un año cargado de polémicas arbitrales
El sindicato también enumeró hechos recientes que, a su entender, profundizaron la crisis: la marginación del Sadra en la estructura arbitral, el armado de circuitos paralelos de designación y las presiones sobre jueces de distintas categorías. Todo en un contexto de fallos muy cuestionados durante 2025.
El clima se tensó aún más con decisiones recientes de la Liga Profesional, como la polémica coronación de Central como campeón por la tabla anual, una regla que —según señalan dirigentes y clubes— no estaba explícitamente definida antes del torneo. A eso se suman la sanción de seis meses a Juan Sebastián Verón y las suspensiones por el “pasillogate”, así como modificaciones reglamentarias ocurridas “a mitad de camino”, como la eliminación temporaria de los descensos.
Llamado a una reforma integral
En el cierre de su comunicado, el Sadra convocó a una reforma profunda del arbitraje argentino, apelando a la necesidad de recuperar credibilidad y reglas claras en un momento en que el fútbol atraviesa un marco de fuerte disputa política.
El gremio reafirmó su “compromiso con la transparencia, la ética y la formación profesional” y llamó a dirigentes, clubes, jugadores y árbitros a “dar vuelta la página” e iniciar un proceso que reconstruya la confianza en el sistema.
Mientras la pelea entre Tapia y el Gobierno continúa escalando, la intervención del Sadra agrega un nuevo frente de conflicto en un escenario donde la crisis arbitral, lejos de resolverse, sigue ganando volumen.
