El presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), Nicolás Bronzovich, volvió a enfrentar reclamos de los trabajadores ante la falta de información sobre el posible plan de “reorganización” que impulsa el Gobierno. Sin embargo, una vez más evitó dar respuestas, lo que incrementó la preocupación en un organismo atravesado por rumores de recortes y despidos.

Bronzovich, en silencio frente a la inquietud del personal

Durante una nueva reunión del Consejo Directivo Nacional, realizada en la sede central del INTA, delegados de ATE y APINTA se presentaron para exigir precisiones sobre el futuro del organismo. Según la crónica del medio Bichos de Campo, los trabajadores interceptaron al funcionario para consultarle sobre las versiones de que el Gobierno planea poner a votación un esquema de reestructuración que habilitaría el pase a disponibilidad de hasta 1.700 agentes, además de los 800 que ya habrían dejado el organismo desde diciembre de 2023.

Bronzovich, sin embargo, mantuvo la postura que ya lo caracteriza: no respondió a las consultas, no ofreció definiciones y mostró —según los delegados— una actitud “indolente y apática” frente a la angustia del personal. Un video difundido por ATE registró parte del encuentro, del cual los gremios afirmaron haberse retirado “sin ninguna información concreta”.

La carta de APINTA y ATE al Consejo Directivo

Antes de esa reunión, los gremios presentaron una carta formal dirigida al presidente del INTA y a los consejeros recientemente restituidos en sus funciones, tras la derogación de la intervención mediante una ley votada por el Congreso.

En el texto, firmado por Paulo García (APINTA) y José Perea (ATE INTA Castelar), los sindicatos recordaron que además de la normativa que devolvió la autarquía al organismo, continúa vigente una medida cautelar dictada el 20 de agosto por el Juzgado Federal N.º 2 de San Martín, que prohíbe al Gobierno aplicar cambios administrativos durante 180 días.

Rechazo gremial al “desguace” de la institución

Desde APINTA reiteraron su oposición a cualquier intento de ajuste o reducción de personal.
“Rechazamos totalmente el desguace y destrucción del INTA”, expresaron en la carta, donde advierten que las medidas impulsadas por el Poder Ejecutivo “nada tienen que ver con los objetivos de innovación y desarrollo” propios del organismo.

También denunciaron que los supuestos planes se elaboran al margen del Consejo Directivo, y que luego son presentados como hechos consumados para “salvar las apariencias institucionales”.

Un clima de creciente tensión

Los trabajadores volvieron a declararse en estado de alerta, ante una conducción que —según describen— se mantiene hermética y sin voluntad de ofrecer certezas. La incertidumbre crece en uno de los organismos científicos más relevantes del país, en medio de un Gobierno que busca avanzar con recortes en el sector público.